En los últimos años muchos de nuestros compatriotas se lanzaron a la iniciativa privada y es que, en las épocas más boyantes de nuestro crecimiento como país, era en este tipo de compañías en las que más dinero se ganaba. Así, hace unos años, coincidiendo con el boom de la construcción fueron muchos los españoles jóvenes que dejaron sus estudios de lado para dedicarse al sector de la construcción, puesto que en él había meses que sus nóminas superaban los 3.000 euros. Una cifra nada despreciable cuando rondas los 20 años de edad, puesto que te permite comenzar a independizarte y comprar tus primeros bienes, ya sea un piso o un coche. En muchos casos, a estos jóvenes les fue bien durante sus primeros años de cotización, sin embargo, cuando llegó la crisis mundial de 2008, a muchos de ellos los dejó en la calle sin poder reincorporarse a otro puesto de trabajo dada su escasa formación. Es por ello por lo que ahí fue donde comenzó una época de trabajos precarios, mal pagados y con escasa formación en nuestro país, un espacio temporal que, por desgracia, todavía arrastramos en la actualidad.