El año en el que todavía nos encontramos ha sido el más raro y el más difícil en mucho tiempo. A las complicaciones derivadas de la crisis sanitaria provocada por el coronavirus se ha unido una crisis económica que han padecido buena parte de las empresas de este país y que, desde luego, ha ocasionado unas pérdidas que han sido realmente grandes y que han terminado con muchos puestos de trabajo. Desde luego, está claro que es una situación que a nadie nos hubiera gustado padecer y que no nos esperábamos el año pasado a estas alturas.
A estas alturas de la película, todo el mundo sabe la incidencia que ha tenido un asunto como lo es el coronavirus en la situación actual de nuestro país. Y no solo en lo que tiene que ver con el número de víctimas mortales que ya se contabilizan, sino también mirando el tema desde el punto de vista de los negocios que se han visto obligados a cerrar sus puertas a causa de la enorme crisis económica que provoca el hecho de tener que reducir aforos o las consecuencias que derivó el hecho de permanecer cerrados durante los meses de marzo y abril.
España se sitúa en el puesto 16 del ránking mundial de economías exportadoras y los principales destinos en Europa de las exportaciones españolas son Francia, Alemania, Italia… Se valora que un 60 % de las mercancías españolas, como productos agrícolas, ganaderos, piezas y accesorios automovilísticos, fármacos y medicamentos, fruta, aceite de oliva, hidrocarburos, productos siderúrgicos, de construcción o cualquier otro tipo de mercancías en general, con destino a Europa son transportadas por carretera a través de la importante red de carreteras de la Comunidad Autónoma de Cataluña, lo que origina que aproximadamente unas 20.000 toneladas de mercancías con destino a la exportación se muevan diariamente por sus vías.
No ha habido un momento en la Historia en el que la competencia entre las empresas fuera tan feroz como en la actualidad. Ofrecer el mejor servicio o el mejor producto y hacerlo de la manera más rápida de que seamos capaces es un objetivo que ya se toman muy en serio todas y cada una de las organizaciones que componen los diferentes sectores de producción de nuestro país y del mundo entero. Las empresas saben que o luchan por ello o mueren. Por tanto, todas ellas buscan perseguir y atrapar un bien como lo es la calidad.