Un suelo limpio es sinónimo de pulcritud. Entrar en cualquier espacio y observar pelusas, polvo o manchas en estas superficies, genera automáticamente una sensación de suciedad y falta de higiene. Ya se trate de entornos domésticos o profesionales, la higiene y la limpieza deben ser minuciosas. Sobre todo, cuando se trata de entornos donde el paso de gente es elevado. Mantener limpias estas superficies y mantenerlas en buenas condiciones, puede ser una tarea complicada.
Profesionales del sector de la limpieza como Servinet, nos han hablado sobre la limpieza y el mantenimiento más adecuado para estas superficies. Siempre en función del tipo de suelo y el lugar en donde se encuentre. Dentro del proceso de limpieza general, mantener limpios los suelos es esencial. Más allá de la imagen, hay que cumplir con las exigencias mínimas de higiene y desinfección correspondientes en cada lugar. Sobre todo, como ya hemos dicho, en lugares de paso elevado de gente.
A lo largo de este post, vamos a enumerar algunas pautas en la limpieza de suelos, en función de su tipo y el área de aplicación donde se encuentren. Sanidad, restauración, centros comerciales o educativos, etc. cada uno requiere de unas condiciones diferentes y en algunos casos, especificas, de limpieza.
En cuestión de limpieza de suelos, hay que tener en cuenta dos aspectos cruciales: el objetivo principal, que es eliminar la suciedad y desinfectar las superficies; y hacerlo sin dañar el material con el que este fabricado el suelo para mantener su buen estado y prolongar su vida útil.
Limpiar sin dañar para mantener los suelos
Eliminar la suciedad del suelo, o en general, no requiere una gran destreza ni habilidad. No es necesario un manual de instrucciones para ejecutar la acción y su proceso, propiamente dicho, no es ningún misterio que entrañe secretos de estado. Sin embargo, hacer esa limpieza, sin que los suelos sufran daños en el proceso, si conlleva una cierta complejidad. Como todos sabemos, existen suelos que soportan todo tipo de productos y eventualidades y suelos que, requieren atenciones especiales.
Los expertos en suelos y por ende, en su limpieza y mantenimiento, aconsejan no limpiar un suelo determinado si no sabes como hacerlo. Nada de experimentos. El suelo es un elemento de construcción que para ser sustituido, requiere de una reforma y unos costes además de las consiguientes molestias, durante la ejecución del proceso. Por lo tanto, lo ideal, es hacer que cuenten con una larga vida, y no utilizar en su limpieza, productos que lo dañen. Para conseguir una limpieza eficaz, mantener su belleza y protegerlo del desgaste, hay que tener en cuenta los siguientes factores:
- El área de aplicación. Es decir, la naturaleza del espacio donde se dispone el suelo: un centro educativo, sanitario, un hotel, centro comercial… Este factor, es determinante para proceder en la limpieza. A razón de la actividad que se desarrolle en el lugar, las necesidades y el nivel de transito del mismo, se limpiará con uno producto o maquinaria y otro.
- El material con el que este fabricada la superficie. Los materiales son diversos y cada uno, cuenta con sus propiedades y peculiaridades propias: madera, barro, mármol, gres, vinilo… el método y producto a utilizar, ha de ir, por igual en función de este otro factor.
- Las dimensiones y la disposición de los elementos con los que cuente la superficie de trabajo. En función del establecimiento y su tamaño, puede surgir una duda: ¿cómo limpiar el suelo en grandes superficies? Teniendo en cuenta factores como el anterior, en algunas ocasiones, el uso de una maquina fregadora puede ser recomendable para hacer un lavado de manera mecánica. Con independencia de este aspecto, lo mejor es que la superficie se encuentre lo más despejada y libre de obstáculos y elementos para limpiar de forma más eficiente.
Productos y tratamientos para cada suelo
Ya venimos hablando de lo fundamental del área de aplicación, conocer la misma, sus características y el material con el que se ha fabricado el suelo, son los aspectos clave para llevar a cabo una limpieza exenta de errores.
Saber elegir los productos adecuados para la limpieza de cada tipo de suelo, es primordial cuando se pretende un mantenimiento de los mismos. Un ejemplo de esto es la necesidad de utilizar un producto desengrasante en el caso de limpiar una industria, en tanto que los centros sanitarios, requerirán productos desinfectantes.
A continuación, vamos a detallar algunos lugares con el tipo de productos más adecuados para la limpieza de los suelos con los que cuentan. En estos casos, se tiene en cuenta las cualidades de los mismos y las áreas de aplicación para las que son recomendados.
En el caso de la limpieza de los suelos de un hotel, el producto de limpieza, será del tipo desinfectante y detergente. Se recomiendan, detergentes desodorantes con actividad bacteriana, levuricida y viricida. Debido a los diferentes tipos de suelo de los que disponen estas instalaciones, un detergente universal concentrado, apto para maquinaria o uso manual, es recomendable. Por otro lado, un detergente desengrasante natural, puede ser apropiado en zonas como la cocina.
Dentro de los productos destinados al tratamiento del pavimento, champú de espuma seca específico para moquetas y alfombras.
La limpieza de los suelos en el sector de la restauración, suele llevarse a cabo con detergentes desodorantes concentrados y cuenta con detergentes de mantenimiento con componentes hidroalcohólicos y superconcentrados.
Todo lo que se relaciona con la burocracia y el papeleo, incluyendo centros educativos, requieren para la limpieza de los suelos, del uso de detergentes naturales multiusos, donde los químicos queden al margen. Para el tratamiento de los suelos y que luzcan siempre como nuevos, decapantes y protectores concentrados de gran eficacia en cualquier tipo de condiciones.
Los centros comerciales y grandes superficies, debido al elevado paso de gente con el que cuentan, suelen tener varios turnos de limpieza. Los productos más adecuados para llevarla a cabo, son detergentes neutros, indicados para uso diario en los pavimentos de estos espacios. Su aplicación es valida tanto mediante uso manual como mecánico. El tratamiento de este tipo de suelos, consiste en un detergente de mantenimiento especifico para pavimentos rugosos o microporosos.
En las lavanderías las exigencias son mínimas debido a las condiciones propias de las mismas instalaciones. Es suficiente con un desengrasante apto para todo tipo de superficies y uso manual o mecánico.
Sectores como la industria y la industria alimentaria, requieren de productos desinfectantes, detergentes, detergentes universales y desengrasantes. Esto se debe a las diferentes áreas que componen cada fabrica y las necesidades concretas de cada suelo instalado. Desinfectantes clorados, desinfectantes desengrasantes con actividad bactericida y fungicida y desengrasantes para residuos orgánicos, son los productos más adecuados.
Los centros sanitarios, cuentan con sus propios protocolos de limpieza en función del área determinada. De forma generalizada, se utilizan detergentes desodorantes con actividad fungicida, levuricida y viricida, en combinación con una emulsión para proteger los pavimentos conductores sin aislamiento que produce un efecto brillante.
En cualquier caso, la limpieza de este tipo de superficies, siempre es llevada a cabo por profesionales del sector que saben exactamente que productos son los más adecuados para cada tipo de suelo. Dentro de las necesidades de cada pavimiento y su ubicación, existe además una amplia gama de productos destinados a cubrir todas las necesidades existentes.
Por cuestiones de seguridad, productos como la lejía o el amoniaco, ya no forman parte de dichos catálogos. Siendo los productos con bases amoniacadas los que más se utilizan para lograr la desinfección y limpieza mínima requerida. Estos productos, limpian, desinfectan y mantienen los suelos, como nuevos.