Eso de dejar en casa a las mascotas mientras nosotros nos vamos de viaje es cosa del siglo pasado. Si bien es verdad que a veces viajar con ellos en avión puede complicar la situación debido a las normas de las diferentes aerolíneas, hoy en día hay opciones. En Animales por Avión nos explican los pasos a seguir para poder viajar a otras ciudades o países con nuestros animales, ya sean pequeños pudiendo viajar con nosotros en cabina dentro de un trasportín, o más grandes, teniendo que ir en bodega. Pero hay muchas más opciones para viajar, veamos algunas de ellas.
Lo más cómodo, por supuesto, es viajar en tu propio vehículo. Para ello, según la DGT, solo necesitas evita que el animal pueda pasar a la parte delantera del coche, es decir, que mientras el animal vaya asegurado a la parte trasera para evitar la desconcentración del conductor o, en caso de accidente, evitar que el animal pudiera salir volando en cualquier dirección, podrás viajar con él en tu vehículo. ¿Cómo conseguirlo? Pues hay varios modos:
- Cinturón específico para animales con arnés: se trata de un arnés, normalmente acolchado, que va unido a una cinta reforzada como las de los cinturones tradicionales y que, al final de la misma, porta un enganche que se puede usar con el cinturón normal del vehículo. De este modo, el animal va “atado” y asegurado en la parte trasera del coche.
- Trasportín: este método para viajar no suele ser válido para animales de gran tamaño, pero perfecto para los más pequeños pues van seguros en su trasportín al tiempo que evitamos que puedan pasar a la parte delantera del vehículo.
- Separación de espacios: esto puede hacerse mediante redes reforzadas e incluso una especie de reja metálica que puede instalarse justo detrás de los asientos delanteros para dividir el vehículo en dos espacios.
- En el maletero: aunque esto no es del todo correcto, siempre y cuando el animal tenga espacio para moverse y podramos quitar la bandeja para que respire con normalidad, y siempre y cuando podamos asegurarlo mediante cinturón o algo similar, también podría ser una opción.
Alojamientos
El problema de viajar con tu perro en el coche, del mismo modo que pasa cuando vamos en avión, es que la búsqueda de alojamientos donde poder reservar cuando vamos con mascotas no es tan sencillo. Si bien es verdad que cada vez son más los establecimientos hoteleros, casas rurales, hostales, apartamientos y campings que permiten la entrada a animales, la realidad es que siguen siendo pocos en comparación con los que no lo permiten y esto puede traer más de un quebradero de cabeza. Hemos hablado con Camping Boneta en el Vall de Boi, Lleida, quienes permiten el alojamiento con animales en tiendas de campaña o caravanas propias pero no en los bungalows, casas de madera o apartamentos. Según ellos, lo que tenemos que entender, es que el turista no suele llevar al perro siempre con él y se quedan tiempo solos en los alojamientos por lo que, a veces, esos animales ocasionan destrozos. De ahí que sí esté permitida la entrada con animales siempre y cuando se alojen en sus propiedades y no en las de camping.
Por eso, muchos propietarios de animales optan por el alquiler de caravanas y autocaravanas, ya que con ellas podemos viajar a cualquier parte del mundo junto a nuestra mascota y asegurarnos que no vamos a tener problemas de alojamiento. En Caravanas-Cruz nos explican que los clientes pagan una especie de prima en la reserva que se devuelve cuando la caravana regresa a sus instalaciones en perfecto estado, en caso contrario, se quedan ese dinero para arreglar los desperfectos ocasionados por el inquilino. Con esto, se cubren de posibles problemas de mascotas en el interior de sus caravanas que, muchas veces, muerden los sofás o arañan la madera del mobiliario entre otras cosas.
La idea de Caravanas –Cruz a nosotros nos ha parecido la mejor pues si los animales están educados y los propietarios son personas cívicas, no habrá ningún problema para ninguna de las partes mientras que si quienes alquilan lo hacen con un animal con ansiedad o con ciertos problemas, o si simplemente se pone nervioso y hace alguna gamberrada, la empresa estará cubierta con ese dinero de la reserva evitando así tener gastos imprevistos que pudieran ocasionarles problemas económicos a largo plazo.
Sea como sea, la idea de viajar con nuestras mascotas ya no es algo irreal o ilusorio, se puede hacer, siempre y cuando seamos personas responsables. ¿Te apuntas?