La contratación de inmigrantes aumenta en la construcción y la hostelería.

Trabajador migrante en la construcción

Sectores como la construcción, la hostelería, la agricultura y los cuidados a domicilio concentran la mayor parte de la mano de obra extranjera que llega a nuestro país. Las empresas contratan a estos trabajadores porque no encuentran personal en número suficiente entre la población activa nacional para cubrir sus necesidades.

Según datos oficiales de la Encuesta de Población Activa, la contratación de extranjeros ha crecido un 59% desde el 2018. Sectores como la construcción, la hostelería y el transporte tienen un aumento interanual de contratación de trabajadores migrantes superior al 3%.

Frente a ideas peregrinas, que están circulando últimamente, que afirman que los extranjeros vienen a nuestro país para delinquir o que nos roban el trabajo, lo cierto es que la realidad es bien diferente.

En una sociedad avanzada y envejecida como la nuestra, la mano de obra foránea permite cubrir determinados puestos de trabajo, que de otra forma no sería posible.

Ciertas actividades como la agricultura o el cuidado de personas mayores se han podido reflotar gracias a la incorporación de trabajadores provenientes de otras partes del mundo.

La emigración no es un fenómeno nuevo. De hecho, España fue una fuente de emigrantes para otras economías de Europa, como la alemana, la francesa o la suiza, durante los años 50 y 60.

Los trabajadores emigran allá donde hay trabajo, y donde pueden encontrar mejores condiciones de vida que en sus países de origen.

La llegada de trabajadores migrantes a España no ha dejado de crecer desde los años 90. Estos trabajadores aportan al país más de lo que reciben. Pagan sus impuestos, cotizan a la seguridad social y contribuyen a la dinamización de la economía local.

El escoyo principal para contratar trabajadores inmigrantes es que estos deben estar en situación regularizada.

Los sectores donde más trabajadores extranjeros hay.

Según datos del Instituto Elcano, los trabajadores inmigrantes se concentran en 4 sectores económicos, donde acumulan más de la mitad de su fuerza laboral. Son la hostelería, la construcción, el comercio y la industria manufacturera.

Respecto a la industria, su peso es relevante en la industria alimentaria: industria cárnica, panificadoras, conserveras, lácteos, etc.

En el comercio y la hostelería tienen una presencia equiparable, y en algunas provincias es superior respecto a los trabajadores autóctonos. Su presencia se hace notoria en los inmigrantes de segunda generación. Es decir, los hijos de trabajadores inmigrantes, algunos de ellos nacidos en España. Estos dos sectores abarcan el 53% de las contrataciones de este grupo.

En la hostelería y el comercio se contrata a trabajadores inmigrantes porque son actividades donde el nivel retributivo es bajo y las condiciones laborales exigentes. Lo que hace que muchos trabajadores españoles rechacen estos trabajos como su primera opción laboral.

Un sector a tener en cuenta es el de los cuidados a domicilio. Aquí el 71% de los trabajadores son inmigrantes, la mayoría de ellos mujeres y procedentes de Latinoamérica.

Otra actividad donde llama la atención la fuerte presencia de inmigrantes es en la reparación de automóviles. Los inmigrantes ocupan el 24% de los trabajadores por cuenta ajena en este sector. A pesar de ser un trabajo mejor retribuido que el comercio o la hostelería, las condiciones de penosidad asociadas a estas tareas, hacen que pierdan atractivo para los trabajadores nacionales.

La construcción y la agricultura son los otros dos grandes sectores que absorben gran parte de la mano de obra migrante. En concreto, un 32% y un 31% respectivamente. Aparte de la dureza del trabajo, coinciden con que son sectores donde priman las contrataciones temporales (por campañas o hasta fin de obra).

En el lado opuesto, encontramos las actividades financieras y el trabajo para las administraciones públicas, donde la presencia de trabajadores inmigrantes no supera el 1% de la masa laboral.

Sectores que se han reflotado gracias a la presencia de inmigrantes.

La presencia de trabajadores migrantes se empieza a generalizar en la última década del siglo XX. En aquel momento, la agricultura en algunas provincias hortofrutícolas estaba de capa caída. En Murcia, por ejemplo, quien tenía una huerta era como si poseyera una losa que debía quitarse de encima.

La llegada masiva de inmigrantes, principalmente del Magreb, permitió reflotar la huerta murciana hasta convertirla en el sector rentable que es hoy.

Algo parecido sucedió con los invernaderos de Almería. La contratación en masa de trabajadores inmigrantes permitió industrializar esta actividad hasta convertirlo en un modelo de negocio altamente lucrativo.

En algunas comarcas de La Mancha, la llegada de inmigrantes permitió que no se abandonara el campo. Con el boom de la construcción, los trabajadores de esta región se desplazaron a Madrid para trabajar en la producción de edificios, donde los sueldos eran mayores. En este caso, la mano de obra más apreciada no procedía del norte de África, sino de países como Rumanía, donde las condiciones del terreno eran similares a las del campo manchego.

El envejecimiento paulatino de la población abrió un subsector económico donde España estaba en pañales. Era el del cuidado domiciliario a las personas mayores. La incorporación masiva de la mujer al mercado de trabajo, el aumento de la esperanza de vida y la presencia cada vez mayor de personas de la tercera edad, creo una necesidad social que difícilmente se pudo cubrir si no llega a ser por la llegada de trabajadores migrantes a nuestro país.

Cómo contratar a un trabajador extranjero.

Como nos recuerdan los abogados de Nostrum Legal, un bufete jurídico especializado en inmigración y extranjería, con presencia en las ciudades andaluzas de Málaga, Cádiz, Granada, Huelva y Algeciras, para contratar a un trabajador extranjero debe estar en situación legal en nuestro país, con un permiso de residencia que le permita trabajar. Esto hace que la regularización de trabajadores extranjeros pase a ser una necesidad de primer nivel tanto para los afectados como para las empresas.

Debemos tener en cuenta que no todos los permisos de residencia permiten trabajar. El permiso de residencia no lucrativa, autoriza a la persona residir en el país, pero no así a ser titular de un contrato de trabajo. El visado de estudiante, establece limitaciones a la hora de trabajar, ya que se supone que la razón principal de la estancia de la persona en el país es la realización de unos estudios académicos.

Por otro lado, el permiso de trabajo temporal, el permiso de residencia permanente y el permiso de trabajo por cuenta ajena, sí autorizan al titular para que pueda trabajar en nuestro país.

Para este último supuesto, el permiso de trabajo por cuenta ajena, el empresario deberá solicitar ante el órgano competente un permiso de trabajo y residencia para poder contratar al trabajador. Este trabajador deberá ser mayor de 16 años y ser contratado por un tiempo superior a 90 días.

Una vez concedida la autorización, el trabajador deberá tramitar el visado en la embajada o consulado de su país en España, presentando una serie de documentos como el pasaporte, el contrato de trabajo sellado y el certificado de antecedentes penales.

Para poder contratar existen una serie de requisitos para la empresa. En primer lugar, debe estar dada de alta como empleador en el INEM, debe estar al corriente de pago de sus obligaciones con la Seguridad Social y con Hacienda, y el contrato de trabajo debe estar sellado por la oficina de extranjería.

Contrato de trabajadores en origen.

Una opción que aprovechan algunas empresas es la de contratar trabajadores extranjeros en su país de origen. Para ello deben adaptarse a la legislación laboral del país donde contratan y operar con las autoridades competentes en materia de empleo de ese país.

Esta alternativa facilita bastante las cosas para la empresa y para el trabajador. El trabajador llega a nuestro país con un contrato de trabajo firmado y con un permiso de trabajo y residencia aprobado.

La cadena de tiendas Minit Spain realizó una campaña de contratación en Perú para cubrir determinados puestos que tenía disponibles en sus stands en centros comerciales.

La contratación en origen está bastante extendida en algunos sectores. El portal de información Infobae explica, en uno de sus artículos, el plan de contratación en origen para labores agrarias que promulgó el gobierno para el 2025.

Un plan que va dirigido, principalmente, a ciertos países de África como Mauritania, Gambia y Senegal, donde cada año llegan miles de trabajadores para participar en las campañas de recogida de la fruta.

En los dos últimos años han llegado 40.000 personas extranjeras para trabajar de manera temporal en el campo.

Este programa permite obtener una autorización de residencia y trabajo de hasta 4 años, con posibilidad de prórroga, para trabajar 9 meses por año natural.

Para acogerse a este plan, los empresarios deben buscar un alojamiento adecuado para sus empleados y encargarse de organizar el viaje. Los empleados, por su parte, deben abandonar el país, una vez terminadas las campañas para las que fueron contratados, y notificarlo a la oficina de extranjería.

Medidas como esta permiten luchar contra el tráfico ilegal de personas y facilitan que el trabajador llegue a nuestro país con su situación regularizada y con un mínimo de derechos garantizados.

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