Son muchas las claves que debemos manejar para ser felices. Tener trabajo, el amor de nuestra gente, unos ahorros que nos permitan disponer de un colchón de seguridad ante cualquier imprevisto y un tiempo de ocio que nos permita tener la sensación de que disfrutamos de la vida. Con todo eso, se puede ser muy feliz, os lo podemos asegurar. No hace falta tener la vida de fantasía que parecen tener algunos famosos y famosas. Dentro de nuestras posibilidades, siempre hay maneras de disfrutar de todo lo bueno que nos depara la vida.
Hay una cosa que no hemos mencionado en el primer párrafo pero que tiene mucha importancia a la hora de conseguir esa felicidad que comentábamos. Hablamos de nuestro cuerpo, que tiene una incidencia muy pero que muy grande en la alegría que mostramos o dejamos de mostrar durante el día a día. Estar felices con el cuerpo que tenemos es un factor muy relevante a la hora de catalogar nuestra salud mental. Las personas que se miran delante del espejo y a las que les gusta lo que ven suelen desempeñar todas las actividades de su rutina diaria con una sonrisa. En cambio, aquellas personas que se avergüenzan de su cuerpo tienen un problema que sería mejor solucionar.
Estamos hablando de una mera cuestión de autoestima. Y la autoestima, a día de hoy, lo es absolutamente todo. Cuando asistimos, por ejemplo, a una entrevista de trabajo, quien nos está haciendo las preguntas va siendo consciente poco a poco de si tenemos mucha autoestima o no. Si la tenemos, seguro que tenemos más posibilidades de que nos contraten. En cambio, si no la tenemos y no confiamos en nosotros o nosotras mismas, va a ser realmente complicado que nos den la oportunidad de obtener ese puesto de trabajo porque da la sensación de que no nos vamos a comer el mundo cuando accedamos a él.
Una situación similar se da cuando estamos en plena búsqueda de pareja… o de un lío amoroso que sea ocasional. Si tenemos la autoestima necesaria, si nos creemos que podemos conquistar a cualquiera, seguro que vamos a tener muchas más posibilidades de alcanzar nuestro objetivo. Sin embargo, cuando empezamos a dar la sensación de que no confiamos en nosotros o nosotras mismas, esas opciones bajan, principalmente porque esas cosas se notan y la persona que tenemos delante puede percatarse de que estamos pensando que nosotros o nosotras mismas tenemos múltiples defectos. Todo el mundo los tiene, por supuesto, pero hay que saber venderse bien, minimizando esos defectos y sacando el máximo partido de nuestros puntos fuertes.
Queremos compartir con todos vosotros y vosotras algunos datos relativos a la percepción que tiene la gente acerca de su propio cuerpo. Para ello, hemos recurrido a estudios de los que se han hecho eco algunos medios de comunicación. El primero al que vamos a hacer referencia es el portal web Intramed, que en una de sus noticias indicaba que la mayoría de las mujeres estaba disconforme con su cuerpo. En concreto, eran 4 de cada 5 las que opinaban así e incluso había un 67% de mujeres que evitaban hacer actividades tan simples como ir a la playa o de compras porque se avergonzaban de su estado físico. Fijaos cómo debe estar la autoestima de esas mujeres para evitar realizar actividades así.
Pero este no es un asunto que únicamente afecta a las mujeres, por supuesto. En una noticia publicada por el diario La Voz de Galicia en agosto de 2022, el 82% de los españoles (en general, hombres y mujeres) se avergüenza de su cuerpo durante los meses de verano. Las inseguridades y los complejos son los que hacen que exista un porcentaje tan alto de gente que no confíe en su cuerpo y que tengan una autoestima bastante baja en lo que tiene que ver con él. Aunque muchas veces no lo solamos pensar, esto nos afecta en todas y cada una de las actividades que desempeñamos a lo largo de un día normal en nuestras vidas.
La sociedad española tiene un problema de autoestima que tiene mucho que ver con cómo vemos nuestro cuerpo y cómo nos sentimos con respecto a él. En Artestética, entidad compuesta especialistas en cirugía y medicina estética, han podido llegar a esa conclusión con muchos años de trabajo y después de haber hecho un seguimiento pormenorizado de cada caso en particular. Muchas de las personas que han seguido un tratamiento determinado han mostrado y reconocido tener una autoestima más alta, un optimismo más generalizado, cuando se enfrentan a cualquier situación que les depare la vida diaria. Y, claro, con eso se vive mucho mejor.
Se iguala la situación en cuanto a sexos
Tradicionalmente, han sido las mujeres las que han recurrido a determinados tratamientos que tuvieran que ver con la medicina o la cirugía estética. Esto se debe a que, de manera injusta, la sociedad les ha exigido a ellas mucho más que a los hombres en términos de belleza. Sin embargo, las cosas han cambiado de lo lindo en los últimos años y ya no nos encontramos solamente con que los hombres hayan empezado a recurrir también a este tipo de tratamientos, sino que ellos están igualando poco a poco el número de tratamientos a los que se someten las mujeres. No está muy lejano el momento en el que las superen.
Está claro que este tipo de tratamientos debe estar disponible para todas aquellas personas que consideren que los necesitan. Vivir con una baja autoestima es muy duro, mucho más de lo que nos podemos llegar a imaginar, así que cualquier cosa que vaya encaminada a terminar con ello debe ser bienvenida. Y está claro que la medicina estética o la cirugía tienen un papel dentro de este campo. Lo están demostrando y así va a seguir siendo de cara a los años que están por venir. Y es que el cuerpo, como decíamos más arriba, tiene una importancia muy grande a la hora de determinar cómo y nos encontramos las personas desde el punto de vista mental.
Vivimos en una sociedad en la que, además, es bastante habitual encontrarnos con personas con problemas de ansiedad, estrés o depresión que muchas veces son causados por una autoestima muy baja. Tener la oportunidad de salir de ese atolladero es vital para esas personas y eso es precisamente lo que les puede llegar a proporcionar algún pequeño cambio que consideren necesario para su cuerpo. Por tanto, siempre ha de ser tenida en cuenta una alternativa como la que proporciona la medicina o la cirugía estética. Puede ayudar a mucha más gente de la que creemos y en una medida mucho más grande de lo que podríamos haber llegado a pensar en algún momento.
Hay que tener en consideración al mismo tiempo que vivimos en una sociedad en la que la imagen lo es prácticamente todo. Es cierto que puede parecer injusto que a las personas se les juzgue únicamente por ello, pero creemos que el ser humano debe tener la capacidad de adaptarse al entorno que se va generando con el paso de los años. Ese es el motivo por el cual hay mucha gente que, cuando no se encuentra a gusto con su cuerpo o con alguna parte determinada de él, actúa para corregirla. Eso es lo que deberíamos hacer todos y todas. Hay cosas que no van a cambiar en nuestra sociedad por mucho que queramos y la dependencia que tenemos de nuestra propia imagen es una de ellas. Poder ajustarla a lo que nosotros o nosotras queremos es un paso muy importante para empezar a encontrarnos bien.
Estamos seguros de que aspectos como la cirugía o medicina estética van a seguir formando parte de la vida de la gente en los tiempos que están por venir. Siempre hay que ofrecer la oportunidad de que las personas se encuentren consigo mismas y que tengan la posibilidad de verse como siempre han querido. De este modo, encontramos la manera de ser felices, que es algo que todos y todas merecemos y por lo que debemos pelear en todos y cada uno de los momentos de los que se compone nuestra vida. Está más a mano que nunca. Aprovechar la oportunidad es algo a lo que todo el mundo está obligado para intentar mejorar la confianza que tiene cada persona en sí misma.
Es tan importante sentirse bien con uno o una misma que no solo nos tenemos que limitar a nuestro cuerpo para llevar a efecto esta cuestión. Hay más cosas que nos pueden ayudar. Una de ellas es la organización de nuestro tiempo libre. Debemos tener hobbies y momentos para la desconexión. Sin duda, estas cosas ayudan y mucho a conseguir sentirnos bien, a sentirnos satisfechos con lo que hacemos al cabo de nuestro día. No debemos prescindir de estas cosas nunca porque son las que determinan lo felices que somos. Entre eso y no sentir vergüenza cuando nos pongamos delante del espejo, tenemos mucho terreno ganado.
