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Dale un toque personal y funcional a tu casa

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La decoración de tu casa es uno de esos asuntos pendientes que no terminas de acometer. Tienes un montón de ideas, pero nunca encuentras el momento para llevarlas a cabo, o piensas que serán demasiado costosas. Tu casa deber ser bonita, confortable y funcional. En ella debes estar a gusto y desde luego cada habitación debe cumplir la función para la que fue diseñada. En este artículo te indicaremos cuestiones que debes tener en cuenta, te sugeriremos propuestas y te percatarás de que no requiere tanto esfuerzo como aparenta.

La casa cumple una labor. Proveerte de un lugar físico en el que vivir y descansar. Cada espacio tiene que tener claro su uso. Necesitas un sitio en el que comer. Una mesa en torno a la que os reunáis los habitantes de la casa, os alimentéis y os relacionéis. Necesitas un lugar en que descansar, no un almacén de ropa por doblar. Espacios en los que hacer la comida, por un lado, y asearte por otro; y por supuesto, un sitio en el que relajarte. No es bueno mezclar los ámbitos.

Tu casa debe ser agradable. Que te cargue de energía positiva el tiempo que estés allí. Que sea un lugar que te aporte paz y tranquilidad, y no te expulse para la calle. Para ello es bueno que tenga luminosidad. No obstruyas el paso de la luz colocando grandes muebles. Debe ser espaciosa. Esto no se corresponde mecánicamente con el tamaño de la vivienda, hace referencia a que debes dejar espacios amplios por los que puedas transitar. Que te puedas mover por toda ella sin tener que esquivar los muebles. Debe estar despejada y ordenada, eso hace más satisfactoria la estancia.

Y por supuesto debe tener tu toque personal. Tu casa es una proyección de ti mismo. De aquellas cosas que te gustan y con las que te identificas. Debe cubrir tus necesidades. Si te gusta leer, es normal que tengas una gran librería. Si te gusta el cine, es lógico que hayas invertido dinero en un gran televisor, un equipo de sonido y un sofá cómodo. Si te gusta el mundo del vino, te harás con una bonita bodega y un espacio donde saborearlo acompañado de sabrosas tapas. No hay nada peor que trasplantar una exposición del Ikea a una casa.

Algunos espacios.

Como hemos visto, la casa debe ser habitable. Por su carácter funcional o por sus peculiaridades, algunas estancias requieren un tratamiento específico.

  • La cocina.

La cocina es un lugar de trabajo, sobre todo para las personas a las que les gusta cocinar. Debe ser operativa. Tiene que disponer de espacios amplios en donde el cocinero pueda realizar las tareas que necesite. De nada sirve abarrotar una encimera con pequeños electrodomésticos cuando no tienes sitio para cortar la verdura o para emplatar. Debe estar ordenada, como un taller. Que el cocinero no pierda su tiempo buscando una sartén, un alimento o un ingrediente que necesita para elaborar un plato.

  • El dormitorio infantil o juvenil.

Uno de los errores que cometemos los padres es inmiscuirnos en demasía en la habitación de nuestros hijos. Los niños, como los adultos, necesitan su propio espacio y su intimidad. No es una habitación más, es la habitación de ellos. Su espacio personal. Por tanto, deben tener las paredes con pósters de las películas o series que les gustan. Un sitio en el que guardar algunos juguetes y otro en el que exponer aquellos de los que se sienten más orgullosos. Paredes en las que colgar sus dibujos. Para amueblarlo y decorarlo necesitamos contar con la opinión de ellos, pues son ellos los que duermen allí y pasan gran parte de su tiempo.

  • Teletrabajo.

Cada vez más personas trabajan en casa o necesitan de un lugar en el que estudiar o realizar determinadas actividades. Por eso es normal que se acondicionen habitaciones como despacho o espacios destinados a ese uso. Necesitarás una mesa de escritorio donde colocar el ordenador, una silla cómoda y estantes y cajones donde guardar documentos y objetos que necesites. Debe tener la funcionalidad de una oficina.

  • El salón.

Nuestras madres tenían el salón como si fuera el museo familiar o su propio museo. Lo tenían abarrotado de fotografías familiares, de souvenirs de viajes y de objetos decorativos a los que tenían mucho cariño. Era un buen planteamiento. No digo que copies el salón de tu madre, pero si capta la idea. Es un lugar en el que dar rienda suelta a tu creatividad. Usa tu imaginación y decóralo a tu gusto.

Algunos enfoques.

Existen muchos estilos decorativos con los que puedes darle un toque personal a tu casa. Destacaremos dos de ellos que permiten crear un ambiente operativo y agradable.

  • Decoración Feng Shui.

El feng shui es una filosofía china de origen taoísta que tiene su reflejo en la decoración de interiores y en la disposición de los muebles. Etimológicamente, significan “viento y agua”.  Procede del Tao, “el camino”. Responde a organizar los espacios creando una armonía entre las personas, el ambiente en el que se desenvuelven y la naturaleza. Favorece los flujos de energía y el establecimiento de espacios confortables, que inducen a la meditación y al recogimiento. Un planteamiento que nos invita a reducir la velocidad, a disfrutar de los detalles y a vivir el momento presente. Le proporciona al hogar esa función de desconexión y de descanso de la vorágine diaria.

Uno de los elementos claves de este estilo es el foco. El punto donde se concentran todas las energías de un espacio, y que se suele corresponder con su labor principal. Así, el foco de un dormitorio es la cama, que te permite descansar. Esta debe estar lo más alejada posible de la entrada y no alineada con esta. Debe contar con una cabecera apoyada en una pared sólida, esto significa sostenimiento. En un despacho el foco es la mesa de oficina. Esta debe estar alejada de la entrada y de la pared, en todo caso es el respaldo de la silla de trabajo la que debe estar alineada con ella, pero nunca con una ventana.

Otros aspectos del feng shui es el empleo de flores y plantas con efecto decorativo. Simbolizan la energía vital y la armonía del hombre con la naturaleza. La puerta principal de la casa representa la entrada de energía, debe estar despejada. En la vivienda se deben crear pasillos libres de obstáculos y espacios despejados por donde circule el flujo energético.

  • Decoración minimalista.

El estilo minimalista se ha convertido en tendencia y cada vez tiene más seguidores. Hunde sus raíces en la Bauhaus. La escuela de arte contemporáneo y diseño surgida en Alemania en los años 30 y que se traslada a Nueva York tras el triunfo del nazismo. Esta corriente mostraba predilección por las líneas rectas, la simplicidad y las formas geométricas.

Para el minimalismo menos es más.  Promueve la utilización de solo aquellos muebles que necesitemos, que sean funcionales y de calidad. Opta por líneas rectas, espacios amplios y la economía en cuanto a elementos decorativos. En este estilo, la luz ocupa un papel fundamental, potenciada por el empleo de tonos claros, tanto en los muebles como en paredes y techos, y la introducción de algunos objetos negros o de color intenso que aporten contraste.

Algunos consejos.

Estas son algunas ideas que puedes aplicar sin mucho esfuerzo para darle un toque fresco y nuevo a tu hogar.

  • Aprovecha lo que tienes.

A veces cambiar la disposición de los muebles transforma por completo el aspecto de tu casa. Cambiar el sofá de sitio, el mueble de la televisión o la mesa del comedor puede proporcionarte el espacio que pensabas que no tenías. Otra opción es trasladar objetos decorativos de una habitación a otra. Un cuadro que tenías en tu alcoba puede lucir espléndido en el despacho y hacerlo más acogedor.

  • Utiliza muebles bonitos.

La web TuaCasa plantea que rodearse de cosas bonitas hace más agradable tu hogar. No se trata de cambiar todo el mobiliario. Sustituir el sofá viejo por uno nuevo o cambiar las sillas del comedor aportan ese punto de frescura que necesitabas. Colocar cojines y alfombras o cambiar las cortinas puedan hacer que te sientas más a gusto en tu casa sin necesidad de tocar nada más.

  • Proyecta tu personalidad.

Tu casa es el lugar donde tú vives. Te tienes que sentir identificado con ella. No es un sitio para atender a las visitas ni un estudio en el que hacer fotos para Instagram. El decorador eres tú. Puedes sacar ideas de revistas o de internet, pero la última palabra es tuya. Acondiciónalo con lo que necesites. Decóralo con objetos que te transmitan algo, aunque solo lo entiendas tú. Solo así puedes disfrutar de ella por más tiempo.

Como hemos visto, darle un toque personal a tu casa y convertirlo en un sitio agradable en el que te apetezca estar cuesta menos esfuerzo y dinero de lo que parece. Es cuestión de decidirse.

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