Todos y todas hemos visto alguna vez por la televisión (aunque habrá quienes lo hayáis visto in situ) que un banco o un comercio ha sufrido un robo por parte de uno o varios malhechores. Por desgracia, esto ha sido bastante habitual tanto en España como en otros países. La verdad es que se ha tenido que hacer un gran trabajo en lo que respecta a prevenir este tipo de situaciones y, aunque es cierto que se han conseguido bastantes avances, todavía se siguen produciendo robos en una enorme cantidad de locales comerciales.
En este contexto, nos parece lógico que haya crecido una figura como lo es el vigilante de seguridad. Desde luego, se trata de figuras que han hecho posible que la seguridad haya estado más a la orden del día ahora que lo que había estado, quizá, unas décadas más atrás. Ni que decir tiene que un ladrón o un grupo de ladrones se lo piensa dos veces cuando, al ir a atracar un lugar, hay alguien que lo está vigilando. Suele ser suficiente la presencia de un vigilante para evitar el robo, así que fijaos si tiene importancia la figura de la que os estamos hablando.
Atención a la noticia que os vamos a enlazar a continuación y que pertenece al diario 20 Minutos. Data del año 2013 y asegura que los atracos a bancos se redujeron un 53% en los 12 años anteriores. Se trata de un dato que pone de manifiesto todo lo que os estábamos comentando en el párrafo anterior y que justifica al 100% la presencia de vigilantes de seguridad ya no solo en comercios como los que acabamos de mencionar, sino en cualquier negocio, con independencia de la actividad a la que se dedique y lo grande que sea o deje de ser.
Quizá sea eso lo que explique el hecho de que la seguridad privada ya haya superado a la pública, que es a lo que se refiere el artículo del diario El Confidencial que os acabamos de enlazar y que vio la luz a finales del mes de agosto de 2016. En efecto, ya hay más vigilantes de seguridad que guardia civiles y eso deja claro en quién prefiere confiar la gente a la hora de poner a salvo su negocio. El mercado de la seguridad también permite clasificar a sus empresas o entes públicos según las valoraciones de la gente y, en ese sentido, la seguridad privada le gana la partida, y por mucho, a la pública.
La seguridad es uno de los aspectos que más valoran los emprendedores para sus negocios y los particulares para sus casas. Y se prefiere apostar por la seguridad privada antes que por la que representan las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Esto es lo que explica que esté creciendo de un modo más que interesante el número de personas que se encuentran interesadas en realizar un curso de vigilante de seguridad. Es lo que nos han transmitido hace unos días desde la Academia Marín.
Una necesidad por la que apenas escatimamos
Ya hemos dicho antes que había decrecido de una manera ostensible el número de robos en los bancos y que eso se derivaba del hecho de haber apostado por vigilantes de seguridad. La verdad es que este es un argumento más que de sobra para apostar por este tipo de servicios, que no cabe la menor duda de que cumplen con el cometido para el que se contratan y que garantizan la máxima de las seguridades. Eso es lo que hace que la vida no sea tan angustiosa para mucha gente.
La eficacia de servicios como de los que estamos hablando también ha hecho que mucha gente no escatime a la hora de apostar por todo lo que tiene que ver con la seguridad en sus negocios o domicilios. Está claro que vivimos en una sociedad en la que cualquier robo nos puede terminar afectando de un modo sustancial, dando por finiquitado nuestro negocio o causando graves destrozos en nuestro hogar. La mejor de las alternativas para luchar contra eso es, sin ninguna duda, que tengamos la posibilidad de prevenir esos robos que tanto mal han hecho en muchas familias y comercios.
El aumento de la inversión en seguridad por parte de los españoles y españolas está haciendo posible que los robos estén desapareciendo. Pero nunca hay que fiarse, porque basta con bajar la guardia un momento para que tengamos un problema relacionado con esto. La verdad es que vale la pena garantizar nuestra seguridad y hacer posible, por tanto, que podamos disponer de una vida más relajada y que carezca de la tensión que se deriva de saber que podemos tener problemas en lo que respecta a nuestra casa y a nuestro negocio.