Los chalecos son un indispensable de la ropa laboral.

Chaleco de trabajo

El chaleco, en sus diferentes versiones, se ha transformado en un básico de la ropa de trabajo. Es un fenómeno que lleva a penas dos décadas. Las empresas incluyen esta prenda dentro de los uniformes que llevan sus empleados. Veamos cómo y por qué ha sucedido esto.

A finales del siglo XX, el chaleco apenas existía dentro de la ropa de trabajo. La prenda laboral, por excelencia, siempre ha sido el mono. Una prenda que cubría todo el cuerpo, y que el trabajador podía ponérselo sobre la ropa de calle, impidiendo que se ensuciara.

Con el cambio de siglo, el mono cayó en desuso. Resultó ser incómoda por varias razones. La primera de ellas es porque es una prenda aparatosa. Lleva tiempo ponérsela y quitársela. Por otro lado, al estar unido los pantalones a la parte superior, limita los movimientos.

Al final, las empresas decidieron sustituir los monos de trabajo por pantalones multi-bolsillos y por chaquetillas. Durante el invierno, la chaquetilla solía sustituirse por una parca. A pesar de estos cambios, siempre ha habido un problema de movilidad. Principalmente en las extremidades superiores, fundamentales para el trabajo manual. Es aquí donde el chaleco, que deja despejados los brazos, ha cobrado importancia dentro de la ropa de trabajo.

Los chalecos que usamos en el trabajo son chalecos deportivos adaptados. Es una prenda cómoda y flexible, que ya se utilizaba en deportes al aire libre, como el montañismo, la pesca, la caza o el cross, y que ahora se ha hecho más económico y versátil para utilizarlo en el trabajo.

La verdad es que la variedad de chalecos para trabajar es impresionante. Como podemos ver en tiendas especializadas como Unicat, la tienda online de un almacén de ropa laboral  de Albal (Valencia), donde encuentras chalecos de diferentes modelos (acolchados, refractantes, multi-bolsillos). Algunos de sus modelos se podrían llevar como ropa casual. Y es que la diferencia entre la ropa de trabajo y la ropa de calle es cada vez más sutil.

¿Por qué el chaleco?

El blog de la empresa Toyota señala que el chaleco es indispensable en la prevención de riesgos laborales. En su artículo, la multinacional japonesa se refiere a los chalecos refractantes, y centra su argumentación en el uso dentro de los almacenes.

Según ellos, la actividad de logística es una actividad peligrosa. Los trabajadores de los almacenes están expuestos a accidentes como el atropello por parte de una carretilla mecánica o la caída de objetos en altura. Dentro del almacén, el trabajo se realiza a contrarreloj, la actividad es frenética. Hay que tener listos los pedidos lo más rápido que se pueda, para atender los encargos, y colocar el material recibido para tenerlo localizado. Los trabajadores deben ser visibles en cualquier momento.

Estos chalecos forman parte de los EPI (Equipos de Protección Individual) y su uso es tan importante como el calzado de seguridad o el empleo del casco en los lugares más peligrosos.

Estos chalecos también se utilizan como medida de seguridad en trabajos realizados al aire libre o con poca visibilidad.

El chaleco en el trabajo cumple más funciones. Una de ellas es que abriga al operario sin restarle libertad de movimiento. Algo que mejora las condiciones de trabajo en actividades al aire libre y en ambientes fríos, con calefacción insuficiente.

El chaleco contribuye a crear una imagen corporativa de la empresa. Para eso, las empresas entregan a sus trabajadores chalecos con el color de la marca, de un modelo determinado y personalizados con el logotipo, en la espalda o sobre el lado derecho de pecho.

Tipos de chalecos.

Ya lo hemos señalado en la introducción. La variedad de chalecos de trabajo es bastante amplia. Estos son los tipos de chaleco más habituales:

  • Chalecos acolchados. Nos recuerdan a los chaquetones plumíferos. Están fabricados con materiales sintéticos y rellenados en su interior, para aumentar la sensación de abrigo. El material es impermeable y repele algunas sustancias líquidas, lo que previene las manchas. Es idóneo para trabajar en exteriores.
  • Chalecos polares. Estos chalecos también nos protegen del frío, y suelen ser más flexibles que los chalecos acolchados, por lo que amplían la libertad de movimiento. Otra de sus ventajas es que se pueden lavar con más facilidad. En su contra, podemos decir que no son impermeables y que se ensucian más.
  • Chalecos multi-bolsillos. Son chalecos ligeros, que se pueden llevar en verano, y que contienen una gran cantidad de bolsillos para que el trabajador pueda guardar en ellos herramientas y útiles de trabajo. Pueden resultar bastante prácticos en talleres y almacenes, ya que el trabajador puede llevar encima todo aquello que necesita. Están inspirados en los tradicionales chalecos de pesca.
  • Chalecos refractantes. Ya hemos hablado de ellos. Son chalecos fabricados con telas que refractan la luz y que aumentan la visibilidad. Por sus características, son de colores fluorescentes, como el amarillo o el naranja. Estos chalecos son ligeros y fáciles de poner y su única función es aumentar la seguridad del operario.
  • Chalecos para hostelería. Los chalecos se siguen utilizando a día de hoy en la hostelería, aunque su uso no es tan habitual como en otras épocas. Esta prenda imprime un aire de elegancia y de profesionalidad que mejora la impresión que el cliente se lleva sobre el establecimiento. Son chalecos inspirados en los chalecos de sastre, aunque se pueden fabricar en una gran variedad de colores, más allá del negro y del azul marino. En algunas cadenas de tiendas y supermercados se ha  incorporado esta prenda para potenciar la imagen de marca.

Una prenda perfecta para el frío.

La revista Muy Interesante cuenta como se han incorporado nuevas tecnologías en la fabricación de chalecos. Se trata de resistencias de materiales aislantes y térmicos colocados estratégicamente dentro del relleno del chaleco. Aumentando el calor que proporcionan sin incrementar el peso de la prenda.

Estas resistencias se colocan en lugares como el pecho, la espalda o el cuello. Zonas sensibles a las bajas temperaturas. Algunas de estas resistencias generan calor de manera automática, concentrando el calor corporal del cuerpo.

Otra de las novedades en la fabricación de chalecos es el empleo de telas ignífugas. Resistentes al fuego y a las altas temperaturas. Aunque no son tan efectivas como un traje de amianto, sí suponen un plus de protección en actividades que impliquen riesgo de quemaduras, salpicaduras o abrasión.

Estas novedades se han incorporado, sobre todo, en la producción de chalecos deportivos, aunque ya las podemos encontrar en algunos chalecos profesionales.

Otra de las características reseñables dentro de la fabricación de chalecos, esta si atañe a los chalecos de trabajo, es que muchas de las telas utilizadas para su confección proceden de material reciclado y, a su vez, reciclable. Algo que protege al planeta y reduce el abuso de los recursos naturales disponibles.

La personalización de la ropa de trabajo.

Una de las tendencias que marca la ropa laboral en la actualidad es la personalización de las prendas de trabajo. Las empresas han visto en la ropa de trabajo una forma de potenciar su imagen corporativa y de hacerse publicidad de una manera sencilla.

Si estamos tomando un café en un bar y de repente vemos una cuadrilla de trabajadores que llevan todos camisetas o chalecos con el logo de la empresa, la actividad que realizan y un número de teléfono, descubrimos, sin pretenderlo, que, por ejemplo, tenemos una empresa de mudanzas cerca de casa, y que algún día nos puede resultar útil.

Dentro de las prendas de trabajo, los chalecos son unas de las más personalizables. Se puede colocar el logo y la información en grande en la espalda del chaleco o hacerlo más pequeño, en la parte delantera a la altura del corazón.

Por otro lado, los chalecos de trabajo se fabrican en una amplia gama de colores, por lo que a las empresas no les cuesta mucho encontrar el color de marca (color corporativo) dentro de ellos.

La personalización de la ropa laboral ha aumentado gracias a la serigrafía moderna. Una técnica de impresión textil digitalizada. Una tecnología que los distribuidores de ropa laboral tienen a su alcance.

El funcionamiento del serigrafiado es bastante sencillo. La empresa le hace llegar al almacén o proveedor un archivo digitalizado de imagen, por lo general, PNG, que el proveedor incorpora en su ordenador y da la orden de imprimirlo sobre la prenda por medio de impresoras textiles. Estas impresoras tienen un funcionamiento parecido al de una impresora en papel, solo que utilizan tintas resistentes y están preparadas para trabajar sobre la ropa.

Dentro de este archivo, la empresa puede introducir el logo, el nombre de la empresa e información relevante como el teléfono de contacto, la URL de la página web, la dirección y, por supuesto, los trabajos que realiza.

El alto grado de personalización de los chalecos los ha convertido en una prenda interesante para las empresas. Eso, y que mejora las condiciones de trabajo del trabajador, en cuanto a que le aporta libertad de movimiento, le proporciona calor y le hace más visible ante posibles accidentes.

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