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Los grupos electrógenos son vitales para asegurar la suministración eléctrica en las empresas

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En un mundo cada vez más dependiente de la tecnología y la continuidad operativa, la importancia de que las empresas cuenten con grupos electrógenos propios no puede ser subestimada. Estos equipos son fundamentales para garantizar la estabilidad y la fiabilidad de las operaciones en un entorno donde las interrupciones en el suministro eléctrico pueden tener consecuencias significativas. Tener un grupo electrógeno propio no solo ofrece una solución inmediata en caso de fallos en la red eléctrica, sino que también proporciona una serie de beneficios estratégicos y operativos que son esenciales para el buen funcionamiento de cualquier empresa.

En primer lugar, los grupos electrógenos son cruciales para la continuidad del negocio debido a que la electricidad es el pilar sobre el cual se sustentan muchas de las operaciones empresariales modernas. Desde la simple iluminación hasta la alimentación de maquinaria crítica, servidores de datos y sistemas de comunicación, la dependencia de la energía eléctrica es omnipresente. Una interrupción en el suministro eléctrico puede paralizar las operaciones, afectar la productividad y, en casos extremos, llevar a pérdidas financieras considerables. Tener un grupo electrógeno propio asegura que la empresa pueda seguir funcionando sin interrupciones, incluso cuando se producen fallos en la red eléctrica. Esto no solo protege las operaciones diarias, sino que también preserva la reputación de la empresa al evitar la pérdida de datos o la incapacidad de cumplir con los compromisos con los clientes.

Además, los expertos de Mínguez aseguran que los grupos electrógenos permiten a las empresas mantener la seguridad en situaciones de emergencia. En muchos sectores, como el de la salud o la tecnología, la energía eléctrica es esencial para mantener el funcionamiento de sistemas de seguridad y equipos críticos. Un corte de energía puede poner en riesgo la seguridad de los empleados, pacientes o datos sensibles. La presencia de un grupo electrógeno asegura que estos sistemas sigan funcionando y que la empresa pueda manejar eficazmente cualquier situación de emergencia que pueda surgir. Esto no solo protege a las personas y los activos de la empresa, sino que también cumple con las normativas y regulaciones de seguridad que exigen medidas de respaldo para garantizar la protección continua.

Otro aspecto importante es la flexibilidad y la autonomía que proporciona tener un grupo electrógeno propio. Dependiendo de la empresa y su ubicación, el suministro eléctrico puede ser inestable o sujeto a cortes frecuentes. Tener un grupo electrógeno permite a la empresa operar de manera independiente del suministro eléctrico externo, reduciendo la vulnerabilidad a problemas que puedan surgir con las compañías de electricidad. Esta autonomía es especialmente valiosa para las empresas que operan en áreas rurales o en regiones donde la infraestructura eléctrica es menos confiable.

En términos financieros, aunque la inversión inicial en un grupo electrógeno puede ser significativa, a largo plazo puede resultar económicamente ventajosa. Los costos asociados con las interrupciones del suministro eléctrico, como la pérdida de ingresos, daños a equipos y la disminución de la productividad, pueden superar con creces el costo de adquirir y mantener un grupo electrógeno. Además, contar con un grupo electrógeno propio puede reducir la necesidad de alquilar generadores de emergencia, que suelen ser más costosos y menos adecuados para necesidades específicas.

Desde un punto de vista estratégico, tener un grupo electrógeno propio también puede proporcionar una ventaja competitiva. Las empresas que pueden garantizar una operación continua sin interrupciones pueden ofrecer un mejor servicio a sus clientes y mantener una mayor confianza en su capacidad para cumplir con los compromisos. Esto es especialmente relevante en sectores donde la disponibilidad y la confiabilidad del servicio son aspectos cruciales para la satisfacción del cliente y el éxito del negocio.

¿Cómo pueden ser los grupos electrógenos?

Los grupos electrógenos, también conocidos como generadores eléctricos, son dispositivos diseñados para proporcionar energía eléctrica en caso de interrupciones del suministro eléctrico normal. Es por ello por lo que, como os imagináis, su función principal es garantizar una fuente de energía continua cuando la red eléctrica falla. Estos equipos son muy habituales en las empresas, por lo que, en función de las necesidades de cada comprador, pueden variar en diseño, tamaño, tipo de combustible y aplicaciones específicas. Así, hoy en día nos encontramos grupos electrógenos que podemos clasificar en función de:

  • Tipo de combustible:
    • Diésel.
    • Gasolina.
    • Gas natural o GLP (Gas Licuado de Petróleo).
    • Biocombustibles.
  • Tamaño y potencia:
    • Portátiles.
    • Estacionarios.
    • Industriales.
  • Tipo de instalación:
    • Abiertos.
    • Silenciosos o Acústicos.
    • Containerizados.
  • Tipo de salida:
    • Monofásicos.
    • Trifásicos.
  • Sistema de control:
    • Manual.
    • Automático.
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