Todo el mundo quiere tener la casa limpia y recogida, pero lo ideal es dividir las tareas de limpieza para maximizar la eficacia y cumplir así con los objetivos fijados. Se recomienda mantener un orden mínimo en el día a día: fregar los platos después de cada comida, doblar y guardar la ropa en el armario, abrir las ventanas todos los días, guardar las cosas después de cada uso, etc. Debemos ventilar toda la casa antes de empezar con la limpieza de la vivienda, para que el aire fresco elimine los malos olores y el polvo.
También es importante coger del armario de limpieza todos los productos que vamos a necesitar como la lejía, los paños, la fregona, la escoba, el aspirador, etc. La limpieza es fundamental en todos los hogares, porque varios estudios han comprobado que el orden y la limpieza favorecen la liberación de endorfinas. Desde el Periódico explican que «con tres únicos productos básicos, vamos a cubrir las necesidades de todas las zonas de la casa. En primer lugar, un jabón líquido multiuso no es tan útil para cualquier superficie. Para completar la limpieza en la cocina necesitaremos un desengrasante y finalmente un desinfectante para la zona del baño».
Para mantener la limpieza en casa lo único que necesitamos es un poco de tiempo, organización y de esfuerzo. Antes de sumergirnos en la limpieza, debemos organizar cada habitación, y donar los objetos y artículos en desuso que ocupan espacio y que no utilizamos. Esto facilitará el proceso, ya que una casa ordenada agiliza la limpieza.
Trucos para limpiar la vivienda
Para conocer algunos tips de limpieza nos hemos puesto en contacto con la empresa You Have it Maid y estos expertos en el sector nos han explicado los mejores trucos para limpiar el salón, el baño y la cocina.
Limpiar el salón
Primero se limpia los cuadros, los muebles superiores y se elimina las manchas de la pared con agua tibia y un limpiador suave. Es importante limpiar el sofá pero debemos tener en cuenta el material para no estropear el tejido, también podemos mover el sofá y limpiar debajo con una mopa de microfibra, para eliminar el polvo. Lo ideal es limpiar la mesa de centro o comedor con un paño y un desinfectante. Después, secamos la superficie con un paño limpio y seco. Por último, limpiamos el suelo con agua tibia.
Limpiar el baño
Es importante quitar las toallas y la alfombrilla del baño antes de comenzar con la limpieza. Primero empezamos limpiando el lavabo, la ducha y el interior de los cajones. Lo ideal es repasar bien la grifería para eliminar las manchas y limpiar el espejo con limpiacristales y papel de cocina. Lo más adecuado es dejar el inodoro para el final, así que con un estropajo suave y una bayeta húmeda limpiamos la parte de arriba y abajo de la tapa. Aplicamos un limpiador específico para inodoros por los bordes del interior de la taza y dejamos que actúe unos 15 minutos.
Limpiamos el inodoro con una escobilla y después, tiramos de la cadena y con una bayeta húmeda, limpiamos el tanque y la parte exterior. A continuación, secamos con un paño todas las superficies. No es aconsejable utilizar una misma bayeta para todo, así que lo ideal es utilizar una para la zona del inodoro y otra para el lavabo y la ducha. Por último, barremos y fregamos el suelo.
Limpiar la cocina
Empezamos por poner la lavadora, repasando con un paño húmedo la parte externa del electrodoméstico para eliminar la suciedad acumulada. Limpiamos el microondas, introduciendo un vaso con agua y vinagre de limpieza y calentándolo durante dos minutos. Después, sacamos el vaso del microondas y limpiamos la parte interior y exterior con un paño limpio.
Es fundamental limpiar los muebles de la cocina con un desengrasante o vinagre. Si la nevera desprende malos olores, debemos vaciarla y limpiarla con una mezcla de vinagre y bicarbonato. Para eliminar los malos olores de la nevera, podemos cortar un limón por la mitad e insertar varios clavos de olor en su pulpa. Para desengrasar el horno, debemos mezclar en un recipiente media taza de bicarbonato con tres cucharadas de agua, y con esa pasta cubrimos el interior y dejamos actuar 10 horas. Después, retiramos la pasta con un paño húmedo.
A continuación, limpiamos el fregadero con un producto desengrasante o vinagre blanco y una bayeta. También limpiamos la encimera con un estropajo suave y un poco de lavavajillas líquido, pasando luego una bayeta para retirar la espuma y secando con papel de cocina. Por último, fregamos el suelo con agua, un poco de bicarbonato, un chorro de vinagre y el zumo de un limón.