Frutas, verduras, pescados, dulces… en España tenemos productos que son auténticas “delicatessen” tanto dentro como fuera de nuestras fronteras, así que no es de extrañar que sean muchos los países que compren a productores españoles miles de alimentos para exportarlos al extranjero. Turrón, vino… ¡incluso la paella ha cruzado fronteras y ya puede verse prácticamente en cualquier ciudad europea! Y con esto no quiero decir que nuestra dieta sea la mejor del mundo, aunque hay que reconocer que la dieta mediterránea tiene muy buena puntuación entre los expertos, pero somos uno de los países que más exporta y por algo será.
La cuenca mediterránea es estupenda tanto para cultivar como para vivir, de ahí que Italia o Grecia, países que tienen también mucha costa, formen parte de este top 5 de países exportadores. Aunque ya no es tanto lo que puedes cultivar como lo que puedes crear con una buena materia prima. Por ejemplo, para el aceite de oliva virgen extra, ese oro líquido que llaman algunos, contamos con la mejor materia prima del mundo: la aceituna, en muchísimas de sus variantes. En mi opinión, lo mejor es ir directamente a una cooperativa que venda aceite directamente al cliente final, así te aseguras de que lo que compras es lo que quieres.
Y esos fantásticos quesos del norte fabricados con leche fresca de vaca, cabra y oveja. ¡Ñam! Sin embargo, son pocas las tiendas gourmet que venden este producto en nuestro país. Es como si los extranjeros tuvieran más derecho, o más dinero, a comer esas delicias que nosotros. Conozco algunas tiendas como Alicante Delicatessen, con productos gourmet alicantinos maravillosos y según el blog de Eloy Rodríguez también están especialmente bien “Petra Mora”, en Zamora, “Alimentación Gourmet” con productos internacionales, “Degustam” un poco pijo para mi gusto, “Delicatessen Antonio” para amantes del vino y “MahatsHerri” de productos artesanos. Si conocéis alguna más nos encantaría que nos diejérais cuál en comentarios.
Otro tipo de gastronomía a tener muy en cuenta es la del norte del país. A veces da la sensación de que cuando hablamos de gastronomía típica española nos remitimos siempre a la paella, al cocido madrileño y a las tapas andaluzas, pero en el norte hay platos que son auténticas delicias y que tanto nosotros, como los extranjeros, tendemos a olvidar. En Tenerife conocí a una familia encantadora que ha tenido la amabilidad de explicarnos un poco los platos más típicos de su tierra y hacen especial mención al rabo estofado, la conocida merluza a la vasca, los caracoles guisados y, por supuesto, el cherne con verduras.
También encontramos, en nuestra gastronomía, recetas mediterráneas que no son «made in Spain» pero que han ido adquiriendo cierta base típica de nuestro país convirtiéndose en un plato más de nuestro recetario que usa ingredientes de nuestra tierra. Estoy pensando en casos como el de a pizza, nacida en Italia hace muchísimos años y exportada a miles de países. Quien haya estado en el país de la bota y haya probado su plato por antonomasia, sabrá que la pizza italiana no tiene nada que ver con la española, a pesar de sus similitudes, y no es que sea mejor ni peor, simplemente es diferente. Nuestra pizza, con nuestros productos de la huerta y nuestro aceite de oliva virgen extra, no es la misma pizza, ni tiene la misma masa, que la italiana.
Los productos más exportados
La verdad es que no es nada nuevo decir que los alimentos más exportados son el Jamón (según los profesionales de Jagus es el producto «marca España» con mayor demanda en el extranjero), el Pescado, el Aceite de Oliva, el Vino y las Conservas Vegetales. Lo verdaderamente interesante es que las exportaciones crecieron un 6% en 2015 y han seguido con esa tendencia desde entonces. Ahora bien ¿qué país parece que se va a llevar el galardón como mayor comprador de producto español? ¿Lo sabéis? Pues sí amigos y amigas, es China, ese gigante asiático en 2017 exportó 1.532 millones de euros en productos agroalimentarios. Para ellos lo verdaderamente magnífico de nuestra dieta mediterránea es la carne de porcino que supone el 37% del total de las exportaciones agrarias de España a China. Los vinos aumentaron un 21% con respecto al año anterior y el aceite de oliva, que ocupa el cuarto lugar para los ciudadanos chinos, exportó 168 millones de dólares al país asiático. Ya con menor volumen China nos compró pieles de vacuno y ovino, tripas de cerdo, cítricos, lana en bruto, productos lácteos, productos de la pesca y alfalfa. En comparación con el resto de socios europeos las exportaciones españolas son las que más han crecido, un 36%, frente al 32% de subida en Alemania y el 30% de Italia. Además, la previsión total para 2012 sitúa a España por delante de las grandes potencias europeas, con un aumento del 2,1% anual, frente al 1,3% de Francia, el 1,7% de Alemania o el 0,9% calculado para Italia, según el Fondo Monetario Internacional.
La venta de productos alimentarios va ganando peso en detrimento de otros sectores como el del automóvil. La huerta española siempre es la reina en este ámbito con la venta de frutas y legumbres. Por detrás se situó la carne, bebidas y la pesca. Productos gourmet españoles en el mercado exterior El mercado principal de España en productos Gourmet es Europa, ni Estados Unidos ni China rozan los niveles en cómputo general de las comprar europeas, que representan el 80% de las ventas totales. De hecho, la demanda de productos gourmet españoles se ha incrementado en un 150% en los últimos cinco años y sobre todo se venden “surtidos gourmet”, casi siempre para regalo. Aunque tampoco quedan atrás el vino, el aceite de oliva y otras hierbas que se venden por kilos al extranjero a través de Internet. Se trata de otro tipo de negocio: el de los emprendedores que deciden montar una tienda virtual de productos de calidad. Se ponen en contacto directamente con productores y fabricantes para adquirir los artículos, que luego trasladarán a los clientes, muchos de ellos extranjeros. Como ya hemos mencionado, el aceite no puede faltar. La forma en que se obtiene y vende este ‘oro líquido’ en España hace que algunas plataformas ‘online’ se conviertan en piezas clave para sacar de la sombra a pequeños agricultores y cooperativas.