Todo lo que necesitas saber sobre la odontología restauradora.

Odontología conservadora

Gran parte de las acciones y tratamientos que recibimos en una clínica dental son de odontología restauradora. Nosotros visitamos al dentista para resolver un problema de salud que afecta a nuestros dientes y el profesional hace todo lo posible por resolverlo, conservando las piezas dentales originales.

La odontología restauradora es esa rama de la odontología que se encarga de conservar nuestros dientes naturales, reforzándolos para que continúen cumpliendo su función.

La Universidad Alfonso X  El Sabio indica que la odontología restauradora o conservadora es aquella cuyos tratamientos están orientados a conservar los dientes dañados evitando su extracción.

Para ejercer esta rama de la salud dental, los estudiantes deben cursar la carrera de odontología y posteriormente especializarse estudiando un Máster de Estética Dental y Odontología Restauradora.

La tecnología en el campo de la salud dental ha evolucionado enormemente. El hombre ha sido capaz de crear dispositivos y apósitos que suplen y sustituyen los dientes perdidos con gran efectividad. Pero por mucho que haya avanzado la ciencia, ningún adelanto es capaz de superar en fortaleza y funcionalidad a los dientes naturales. De ahí el interés que tienen los dentistas de conservarlos en la medida de lo posible.

A día de hoy, los tratamientos dentales son bastante seguros. Pero cualquier implante o apósito externo que se coloque para reemplazar los dientes no deja de entrañar ciertos riesgos. Por eso, los dentistas de la clínica dental Clara Santos, una clínica de Torrelavega (Cantabria), que aunque es multidisciplinar tiene una clara orientación hacia la odontología conservadora, señalan que hay que intentar mantener los dientes originales en la medida de lo posible y cuidar la dentadura para tener una vida más sana.

Hay especialidades de la odontología que han ganado una gran reputación estos últimos años, tal es el caso de la ortodoncia o la implantología, pero aun así, la odontología restauradora sigue siendo una pieza clave de la salud dental.

Los tratamientos de la odontología conservadora.

La odontología restauradora o conservadora, que en este sentido son sinónimas, es una de las ramas de la odontología que más variedad de tratamientos realiza. Estos son los más habituales:

  • Empastes dentales.

Los empastes u obturaciones son restauraciones de dientes dañados que se realizan por medio de una resina biocompatible llamada composite. Son relativamente fáciles de colocar; es decir, es una intervención que no implica mucha complicación. Los empastes adquieren la forma y el color deseado en una sola sesión.

Lo más habitual es que se recurra a este tratamiento para recomponer piezas dentales erosionadas por una caries, aunque también se puede utilizar para solucionar fracturas o traumatismos leves que haya sufrido el diente.

  • Endodoncia.

Con frecuencia, la caries perfora toda la pieza dental llegando hasta la pulpa, la parte interna del diente por la que discurren las terminaciones nerviosas y los capilares sanguíneos. Es cuando el diente se nos infecta y tenemos ese molesto dolor de muelas.

Para restaurar el diente es necesario antes sanear la pulpa dañada. Es lo que vulgarmente llamamos “matar el nervio” y que en realidad no es ningún sellado de las terminaciones nerviosas. El odontólogo extirpa toda la parte de la pulpa infectada y rellena  la cavidad interna con un material respetuoso con la pulpa existente.

Este paso es necesario para reconstruir posteriormente el diente con un empaste o con cualquier otro tratamiento que sea pertinente.

  • Carillas dentales.

Aunque hemos oído hablar de las carillas dentales como un tratamiento de estética dental, no deja de cumplir una función restauradora, ya que conserva y refuerza los dientes originales.

Las carillas dentales son finas láminas que se colocan sobre los dientes para tratar fisuras, fracturas, traumatismos, a la par que sirven para corregir anomalías estéticas en la dentadura.

Para que las carillas se vean de forma natural, el dentista debe tallar una parte mínima del esmalte equivalente al grosor de la carilla.

Principalmente, existen dos tipos de carillas dentales. Las de composite y las de porcelana.

Las carillas de composite se colocan en una sola sesión. Con el instrumental médico, el odontólogo le da la forma deseada, para que tenga una apariencia lo más natural posible. Con colorantes, la carilla puede adquirir el tono de los dientes circundantes para que pasen totalmente desapercibidas.

Las carillas de porcelana se encargan a un laboratorio protésico dental, con la forma y el color deseado. Para colocarlas se necesitan varias sesiones. Se adhieren a los dientes con un adhesivo especial. Y son más resistentes y duraderas que las de composite.

  • Incrustaciones dentales.

Este es un tratamiento al que se recurre cuando hay pérdidas de diente moderadas. Es decir, una fractura en la que hemos perdido una parte del diente que resulta complicado de restaurar con un empaste. Para colocarlas nos es necesario tallar el diente, como sucede con las carillas, y se pueden utilizar materiales como la cerámica o el composite.

  • Fundas de porcelana.

Esta es una prótesis fija que se coloca sobre el diente original. Se fabrica en un laboratorio dental y pueden estar producidas en porcelana, circonio o alguna resina especial. Se instalan cuando la pieza dental está muy dañada.

Beneficios de la odontología restauradora.

La odontología restauradora tiene grandes beneficios para nuestra dentadura y para la salud de nuestra boca. Estos son algunos de los beneficios más destacados:

  1. Preservación de los dientes naturales. Esta es su característica principal. Este enfoque busca conservar tanto como sea posible la estructura dental original, evitando extracciones innecesarias y promoviendo la salud a largo plazo de dientes y encías.
  2. Prevención de enfermedades más graves. Esta rama de la odontología trata problemas como la caries y las fracturas dentales en etapas tempranas, previniendo complicaciones mayores, como infecciones o pérdida de dientes.
  3. Mejora la funcionalidad dental. Los procedimientos de restauración, como empastes y fundas, ayudan a recuperar la capacidad de masticar, hablar y sonreír, mejorando la calidad de vida del paciente.
  4. Estética dental. Aunque es una rama diferente a los tratamientos de estética dental, entre los que se incluye el blanqueamiento de dientes, los tratamientos de odontología restauradora consiguen proporcionar, en gran medida, una apariencia atractiva de la dentadura.
  5. Reduce el dolor y las molestias. Estos tratamientos eliminan o reducen el dolor asociado a problemas como las caries profundas, las infecciones o los dientes fracturados.
  6. Enfoque personalizado. La odontología conservadora utiliza enfoques individualizados según la condición del paciente, empleando materiales y técnicas específicas que garantizan un tratamiento eficaz y duradero.
  7. Ahorro económico a largo plazo. Al tratar problemas dentales en sus etapas tempranas, se evita tener que recurrir a procedimientos más complejos más adelante, reduciendo costes dentales futuros, que supondrán un mayor desembolso económico para el paciente.
  8. Prevención de la pérdida de dientes. Muchas de estas técnicas están orientadas a proteger las raíces y el tejido dental para prevenir la pérdida prematura de dientes.
  9. Compatibilidad con otros tratamientos odontológicos. Una de las ventajas que tiene la odontología restauradora es que se combina fácilmente con otros tratamientos como la ortodoncia o la colocación de implantes, ayudando a buscar soluciones integrales para la salud bucal.
  10. Promoción de la salud general. Mantener los dientes y las encías sanos contribuye a prevenir problemas de salud general, como infecciones sistémicas, enfermedades cardiovasculares, complicaciones relacionadas con la diabetes, etc.

Relación con otros tipos y ramas de la odontología.

En la odontología existen diferentes ramas o enfoques que en realidad son complementarios entre sí.

Uno de ellos es la odontología preventiva. La Universidad Europea señala que esta odontología se encarga del estudio del medio bucal y sus implicaciones inmunológicas previniendo enfermedades futuras. Su principal herramienta son las revisiones periódicas que cada 6 meses o una vez al año pasamos en nuestra clínica dental habitual. La odontopediatría, que se preocupa de atender la salud dental en niños y bebés, también tiene un carácter preventivo. La odontología restauradora es principalmente resolutiva, no preventiva, pero ambos enfoques se complementan habitualmente. Si en una de esas revisiones, el dentista aprecia alguna caries avanzada, por poner un ejemplo, no dudará en proponernos un tratamiento restaurador para evitar que la enfermedad avance.

La estética dental y la odontología restauradora están íntimamente relacionadas en nuestro país. Tanto es así, que la desempeñan los mismos profesionales. Como hemos mencionado al principio del artículo, para ejercer la odontología conservadora, el licenciado en odontología debe pasar un Máster de Estética Dental y Odontología Restauradora. Este detalle inspira confianza en los tratamientos de estética dental que se realizan en España. Ya que aunque tengan un carácter estético, se abordan colocando la salud en el puesto de mando, principalmente por el tipo de profesionales que lo realizan.

La odontología operativa es aquella que recurre a las operaciones quirúrgicas para resolver problemas dentales Estamos hablando de la colocación de implantes y de prótesis dentales fijas. En muchas ocasiones, para realizar estas operaciones, los dientes colindantes deben estar en perfectas condiciones. Por lo que puede implicar la ejecución de algún tratamiento restaurador previo.

Como vemos, la ortodoncia restauradora o conservadora es un enfoque de la salud dental de capital importancia.

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