Si sois padres y madres primerizas, lo que os vamos a comentar a lo largo de este artículo es de vuestro interés. Estaréis de acuerdo en que vuestra vida ha cambiado por completo de un tiempo a esta parte y que ahora lo que más importa es que vuestros hijos o hijas sean felices y crezcan con la máxima de las garantías de éxito. Seguro que estáis buscando fórmulas de todo tipo para dar el máximo de vosotros y vosotras mismas y lo que queremos con la lectura de este artículo es que tengáis algunas cosas en cuenta.
Suscribimos totalmente los consejos que da la página web Psicología y Mente a personas como vosotros y vosotras en el artículo que acabamos de enlazar. No descuidar tu salud, no cortar de raíz tu vida social, repartir más que nunca las responsabilidades derivadas del día a día, no obsesionarse con el desarrollo psicológico del bebé, informarse con criterio, compartir dudas, organizar el tiempo y los gastos, gestionar las visitas o tener preparados todos los materiales que puedan servir de ayuda para el cuidado del bebé son algunas de las cosas de las que no podéis prescindir ni por asomo.
La verdad es que hay muchas cosas más de las que hay que estar pendientes. Una de las que no podemos dejar de hablar es la ropa. Es, sin duda, una de las necesidades más grandes de los bebés. La ropa les permite protegerse del frío cuando estamos en los meses de invierno y estar mucho más cómodos cuando llega el verano. La comodidad y la protección son los dos factores relevantes en este sentido y la ropa tiene un papel que está cada vez más valorado en este sentido. No nos extraña para nada.
Los niños y niñas pequeñas, así como los bebés, pueden sentirse afortunados puesto que ahora se escatima menos que nunca en este sentido. Si tenéis cerca de 30 años o los supierais, seguro que recordáis que, cuando erais pequeños y pequeñas, teníais una variedad de ropa que no estaba nada mal pero que era bastante inferior a la que se puede tener en la actualidad. A medida que han ido pasando los años, se han ido desarrollando prendas de vestir de lo más diversas y que tienen su público, como no podía ser de otra manera. Los estilos no son los mismos y las cantidades que se tienen en los armarios tampoco.
La ropa para bebés hace algunos años que dejó de ser siempre la misma. Hemos pasado del clásico “sota, caballo y rey” para disponer de un tipo de prendas similares a las que podría encontrar cualquier otra persona en cualquier tienda. Si navegamos por la web de Newness Kids podemos encontrar un claro ejemplo de lo que estamos diciendo: hay blusas, camisas, faldas, vestidos, conjuntos, jerseys, camisetas, vaqueros, leggins, abrigos, chaquetas, leotardos… y todo para bebés. Y todo se vende más ahora que en ningún otro momento anterior, por mucho que las cifras de natalidad estén por los suelos.
Si analizamos el éxito que ha tenido cada una de esas categorías de producto en los últimos años, podemos decir que todos y cada uno de ellos han crecido en cuanto a popularidad y ventas. La ropa ha pasado a ser una prioridad absoluta para los padres de los bebés. Antes también se encontraba entre las necesidades básicas que cubrían los padres y madres, pero ahora ha pasado a ser prácticamente lo principal porque somos más conscientes que nunca de lo relevante que es para la comodidad y la seguridad de nuestros peques. Así que ya sabéis que no os podéis olvidar de este punto.
La facturación relativa al mercado de la moda infantil deja claro que lo que estamos diciendo es absolutamente cierto. Una gráfica que compartimos con vosotros y vosotras a continuación y que fue elaborada por Statista lo demuestra. En 2008, la facturación de ese sector se cifraba en 1984 millones de euros, mientras que nueve años más tarde había ascendido hasta los 2.400 millones. Ese ascenso se corresponde con ese crecimiento en la relevancia que se le da a este tipo de productos desde las familias.
Nos adelantamos cada vez más a la llegada de la nueva temporada
Hemos dejado atrás el verano y poco a poco se va a ir acercando el invierno con sus bajas temperaturas y las nuevas necesidades que eso conlleva en materia de ropa para los bebés. Ya sabéis que los recién nacidos son todavía demasiado vulnerables al frío y hay que protegerlos todavía más de lo que lo hacemos para nosotros mismos. Las familias españolas están teniendo en cuenta este asunto y una de las pruebas que mejor lo demuestra es que cada vez nos anticipamos antes a la llegada de la nueva temporada. Desde finales del verano están aumentando las ventas de prendas infantiles como los jerseys, las chaquetas o los abrigos, que tan importantes resultan para los meses de frío.
La situación es exactamente la misma cuando nos encontramos en el otro extremo del año. Y es que, cuando estamos saliendo del invierno, ya empezamos a pensar en la ropa que debemos adquirir para el verano e incluso vamos comprando. Este tipo de estrategias es bastante habitual en las familias y hace posible que lleguen a la estación correspondiente con la ropa ya preparada para ser usada. Ni que decir tiene que eso va a hacer posible que no tengamos que estar comprando deprisa y corriendo y sacarle partido a la ropa desde el primer momento en que sea necesaria. Y es que no es lo mismo llegar a otoño e invierno con un jersey o abrigo ya comprado que hacerlo a mitad de la temporada.
En lo que respecta a los bebés, es idóneo adelantarnos a los acontecimientos y comprar la ropa antes de que llegue la estación para la que va a ser utilizada. Aunque seáis primerizos, estamos seguros de que ya habéis visto que los bebés necesitan bastante ropa porque se ensucian continuamente y hay que estar pendientes de cambiarles continuamente. Cuanta más ropa tengamos en el armario, mayor va a ser el abanico de posibilidades con el que contemos para tratar de conseguir que se sienta cómodo y, además, esté todavía más guapo.
Cambios continuos de talla
También sabréis que un bebé cambia rápidamente de talla y que lo que vale para un año no va a valer para el siguiente. Por eso conviene que no nos fiemos en absoluto de que tenemos ropa anterior que podemos usar para un momento concreto del futuro. Precisamente por eso hay que estar siempre adelantando acontecimientos y adquiriendo ropa para el bebé aunque todavía no nos encontremos en la temporada para la que va a ser usada. Y así vais a tener que estar algunos años, porque ya sabéis que el crecimiento de los niños más pequeños es continuo y es muy grande por muy poco tiempo que pase. Ese crecimiento va a ser constante y, durante la primera década de vida de nuestro hijo o hija, habrá que cambiar de prendas casi cada año.
Cuando tenemos un hijo y tenemos que preocuparnos por su ropa, somos capaces de comprender todo lo que hicieron en su día nuestros padres. Estar continuamente pendientes de todas sus necesidades es algo muchas veces agotador, es necesario realizar un esfuerzo para que en casa no falte de nada, pero nuestros padres y madres lo hacían y nosotros ahora debemos hacer lo mismo con nuestros hijos e hijas con toda la ilusión del mundo. Y, como decimos, ahora valoramos todo lo que en su día hicieron por nosotros y aprovechamos para mostrar gratitud.
Hay que estar pendientes de otras muchas cosas porque ya sabéis que tener un hijo o hija es la mayor responsabilidad que puede haber sobre la faz de la Tierra, pero la verdad es que es algo satisfactorio. Las personas que han sabido criar a un hijo o hija tienen la capacidad de enfrentarse a cualquier tipo de situación en esta vida y la verdad es que nunca vamos a tener tantas cosas en la cabeza como cuando nuestros descendientes tienen una corta edad y tenemos que estar pendientes de un montón de cosas para que no les falte de nada y puedan crecer con la máxima de las comodidades y seguridades.
Ahora, toca mirar adelante y continuar con este trabajo que es tan sacrificado pero tan bonito al mismo tiempo. Estáis viviendo una época de la que os vais a acordar durante toda la vida y tenéis que vivir cada segundo y disfrutar de él. La ternura que nos hace tener un bebé es muy grande y se pierde con el paso de los años. Aprovechad cada segundo y retenedlo para siempre en vuestra memoria. No os vais a arrepentir. Eso va a aumentar las posibilidades de que seáis felices y os sintáis enormemente satisfechos con la vida que estáis construyendo. No hay premio más grande que ese.