La afición por el motor ha generado todo un movimiento de conservación de los automóviles antiguos. No es para menos. Los coches forman parte de nuestra historia y nuestra cultura. Tener activos algunos de estos modelos contribuye a mantener viva la memoria colectiva.
Es indescriptible la reacción que provoca un desfile de coches clásicos cuando atraviesa una ciudad con motivo de una concentración especial. La gente deja de hacer lo que estaba haciendo por la calle y se queda embobada observando como aquellos coches antiguos recorren el centro de la ciudad. Por un momento es como si fuéramos testigos de una vuelta al pasado. Nuestra cabeza se inunda de imágenes de películas, de libros, de recuerdos vividos o que nos han contado y nos quedamos maravillados observando el espectáculo.
La verdad es que conservar un coche clásico es mucho más que un hobby apasionante. Este vehículo puede reportarle algunos beneficios al propietario. Como el hecho de que están exentos de pagar el impuesto de circulación en muchas ciudades y municipios españoles. Un coche clásico es una inversión. Existe todo un mercado de coches clásicos y de coleccionista donde los vehículos llegan a alcanzar precios considerablemente altos.
Pero como nos dicen los expertos de Gestécnica, un servicio de homologación y certificación de vehículos de Alicante, estos coches han de cumplir ciertos requisitos para que sean considerados clásicos y que el propietario pueda beneficiarse de estas ventajas. Por ejemplo, el coche antiguo debe estar en perfectas condiciones de conservación y debe mantener sus componentes originales. Los especialistas de Gestécnica se toman muy a pecho su trabajo. No solo gestionan los trámites para certificar estos vehículos, sino que los preparan para superar las inspecciones técnicas. Por eso nos tomamos tan en serio sus indicaciones.
Y es que un coche para ser considerado clásico no solo debe ser antiguo, debe cumplir ciertas condiciones.
Requisitos de un coche clásico.
El blog de coches Gordexola Classic señala que el término coche clásico no es un concepto legal, sino más bien cultural. Una categoría que hemos establecido socialmente para designar vehículos de otras épocas que siguen en circulación actualmente.
Consideramos un coche antiguo a aquel que tiene más de 10 años. Muchos de ellos son coches de segunda mano y acuden con frecuencia al taller para reparar averías. También suelen ser objeto de seguros más costosos.
Sin embargo, a los coches clásicos les hemos asignado una condición especial. Es posible que tengamos seguros específicos económicos y que encontremos descuentos de hasta el 50% o exención del pago del impuesto de circulación de nuestro ayuntamiento.
Un coche clásico debe tener más de 25 años de antigüedad, pero además, debe estar perfectamente conservado. En la medida de lo posible, debe mantener su estado original. No solo la carrocería, también el motor y el interior del vehículo.
Tener un coche clásico tiene ventajas e inconvenientes. En cuanto a las ventajas, cabe destacar que algunos modelos se revalorizan con el tiempo. Si están bien conservados y es un modelo icónico, puede adquirir un precio interesante en el mercado coleccionista. Estos coches antiguos fueron fabricados para durar. Tienen motores robustos que con un buen mantenimiento no suelen dar problemas mecánicos.
En su contra, podemos decir que en el momento que se estropean su reparación es más complicada. Puede haber ciertas piezas o recambios que sean difíciles de encontrar, ya que es posible que el fabricante haya dejado de producirlas. Suelen ser coches de gasolina con un alto consumo de combustible.
Diferencia con el coche histórico.
La legislación española no habla de coches clásicos, pero sí de vehículos históricos. La web de la D.G.T. indica que si un coche tiene más de 30 años de antigüedad o dispone de una singularidad especial, puede solicitar la certificación de vehículo histórico, pudiendo aprovecharse de una serie de medidas públicas destinadas a promover la conservación del vehículo.
Antes de entrar a ver estas medidas es adecuado detenernos un poco más en las condiciones que debe reunir un coche histórico. La Ley de Vehículos Históricos divide estos coches en dos categorías:
- Grupo 1. Son coches con más de 30 años de antigüedad, matriculados en España y con la I.T.V. en regla. El vehículo no debe haber recibido modificaciones sustanciales que alteren su originalidad. Algunas comunidades autónomas añaden el requisito de que el modelo haya dejado de ser fabricado.
- Grupo 2. Aquí se incluyen vehículos con una singularidad específica o con un valor histórico. Son, por ejemplo, coches antiguos importados, que fueron dados de baja en su momento y vueltos a dar de alta o que la fecha de matriculación no corresponde con la fecha de fabricación. También se incluirían en este grupo los vehículos concretos que hayan tenido alguna relevancia histórica. Por ejemplo, en el 2020, Paul McCartney subastó el Mini Cooper que conducía en 1965. Este coche tendría la consideración de coche histórico en esta categoría. Para certificar un vehículo histórico en el grupo 2 es necesario un informe favorable elaborado por el Servicio Técnico de Coches Históricos (dependiente de la DGT).
Respecto a las ventajas de un coche histórico podemos señalar que está exento de las normas anticontaminación de las ciudades; es decir, un coche histórico podría circular sin problemas por el centro de Madrid aunque no cumpliera las medidas de emisión de CO₂; la validez de la I.T.V. se extiende por más tiempo, pasando a los 4 años a partir de los 45 años de antigüedad y podrá conservar los elementos originales de alumbrado y señalización sin riesgo a ser sancionados, aunque incumplan las normas actuales.
Cómo certificar un coche histórico.
En el momento en que se certifica un coche histórico, pasa a tener una nueva consideración en Tráfico. Se emite un nuevo permiso de circulación y una nueva tarjeta técnica del vehículo y el propietario podrá llevar la matrícula original (donde se especificaba la provincia de matriculación) o una matrícula europea con el distintivo “VH”. A efectos de Tráfico es como si fuera un coche distinto.
El proceso de certificación se inicia a instancia del propietario del coche y se efectúa ante la D.G.T.
El primer paso a realizar es la solicitud de un certificado expedido por el fabricante del vehículo o por un club de automóviles históricos que acredite la antigüedad del coche y sus características técnicas.
A continuación hay que pasar una inspección por parte de un laboratorio oficial acreditado por la comunidad autónoma que corroborará la veracidad de la información del certificado y fijará las limitaciones o restricciones oportunas que deba tener el vehículo. Hay vehículos antiguos que, por su deficiente alumbrado, solo pueden circular por el día y otros que por sus características técnicas no pueden acceder a autopistas y autovías.
Con el certificado del fabricante o del club de automóviles históricos y con el informe del laboratorio se solicita ante la consejería de la comunidad autónoma la consideración de vehículo histórico.
Recibida la notificación favorable de la solicitud, el coche deberá pasar una I.T.V. especial antes de inscribirse finalmente en la D.G.T., ante una oficina de la jefatura provincial de tráfico. Este último trámite es parecido a la matriculación de un coche nuevo.
Como sucede con muchos trámites de tráfico, existen agencias y gestorías que se encargan de efectuar estas gestiones en nombre del propietario. Haciendo más cómodo y rápido el proceso.
Algunos coches históricos emblemáticos.
Existen algunos modelos de coche que forman parte de nuestra historia colectiva y que vale la pena conservar. Vehículos que fácilmente pueden obtener la consideración de vehículo histórico. Estos son tres claros ejemplos:
- SEAT Seiscientos. El seiscientos supone la democratización del automóvil en España. El acceso a los coches por parte de la clase obrera y del pueblo trabajador. Un símbolo del desarrollo industrial de España en los años 60. El SEAT Seiscientos se produjo en la fábrica de SEAT en la zona franca de Barcelona ente 1959 y 1973. Se realizó con licencia FIAT y se fabricó con la intención de crear un coche al que tuvieran acceso todos los ciudadanos como reflejo de una economía moderna y próspera que mejoraba las condiciones de vida del conjunto de la población. Quien más y quien menos ha visto fotos antiguas de su familia al lado de un seiscientos.
- Volkswagen Escarabajo. El Volkswagen Tipo 1, conocido mundialmente como el escarabajo, por su forma redondeada, se diseña con la misma intención que el Seiscientos, solo que 20 años antes. Se crea en Alemania en 1939 con la intención de fabricar un coche para el pueblo. Sin embargo, hay que esperar a los años 60 para que este modelo se haga tremendamente popular.
- Cadillac es una división de coches de lujo de la General Motors. Se inauguró en la primera década del siglo XX, pero no es hasta los años 50 cuando alcanza una relevancia universal. Todos los artistas y cantantes de la época soñaban con tener uno. Como el Cadillac rosa de Elvis Presley.
Tener un clásico en nuestro poder es todo un lujo. Un trozo de la historia en nuestras manos que vale la pena conservar.