Dentro del amplio universo de la medicina y sus diferentes especialidades, se encuentra una que es fundamental para poder observar de forma interna el cuerpo humano, la radiología. Esta permite a los especialistas estudiar a profundidad las zonas que sean necesarias para encontrar la base del problema de salud que presente el paciente.
Esta rama de la medicina utiliza la tecnología imagenológica para diagnosticar y tratar una enfermedad, ya que puede ubicar según el tipo de estudio realizado, la fuente del problema que no se puede especificar a simple vista.
La radiología o imagenología se puede dividir en dos áreas diferentes:
- Radiología diagnóstica: La radiología diagnóstica ayuda a los profesionales de la atención médica a ver estructuras dentro del cuerpo. Los médicos que se especializan en la interpretación de estas imágenes se denominan radiólogos de diagnóstico.
- Radiología intervencionista: Los radiólogos intervencionistas son médicos que utilizan imágenes tales como tomografía computarizada (TC), ecografía, resonancia magnética (RM) y fluoroscopia para ayudar a guiar los procedimientos. Las imágenes son útiles para el médico al introducir catéteres (sondas), alambres y otros instrumentos o herramientas pequeñas en el cuerpo.
La odontología es una de las especialidades de la salud que trabaja de la mano con la radiología. Esto se debe a que es evidente que la atención odontológica es diferente a otras, pues todo se concentra en la cavidad bucal y en los dientes. Al ser un área tan reducida y tan complicada, los profesionales de la odontología necesitan tener imágenes de la parte interna para saber cómo aproximarse al tratamiento que necesite el paciente.
Pensemos en las famosas muelas del juicio, antes de que el dentista realice el procedimiento, se le solicita al paciente que se realice una radiografía para saber cual es la ubicación y posición de las muelas, de manera que se pueda planificar la operación en función de las posibles complicaciones que se presenten. Si partimos de este ejemplo, es sencillo entender por qué la odontología necesita tanto de la radiografía, pues es la única manera de que el profesional pueda observar todo lo que necesita para poder hacer un plan de acción que le permita trabajar de la forma más adecuada para la salud del paciente.
Sin embargo, hay que considerar que no todas las radiografías funcionan de la misma manera ni sirven para lo mismo, la diferencia de ángulos y los tipos de imágenes distintos que refleja el estudio, dan un panorama más completo de la zona a tratar. Por lo que es fundamental entender cuáles son los tipos de radiografías dentales y para qué sirven cada una de ellas.
Tipos de radiografías dentales
Así como en otras especialidades de la medicina se realizan diferentes tipos de estudios para encontrar la fuente del problema, la odontología tiene tipos de radiologías específicas según lo que necesite observar el profesional, estos son:
- Radiografía dental interproximal: Este tipo de radiografía es más utilizada por los odontólogos ya que esta se enfoca en las zonas de unión entre los dientes, generalmente para la zona de los dientes más posteriores (premolares y molares), espacios muy complicados de observar. Con esta radiografía el profesional puede determinar si existe caries en esta zona o no. Según los profesionales de Clínica Dental La Chicuela, este tipo de radiografía se debería realizar anualmente para facilitar así la detección temprana de las caries.
- Radiografía dental periapical: Esta radiografía es más focalizada en una zona determinada de la boca para poder evaluar el estado de dos o tres dientes en específico. Es una radiografía en la que se puede observar hasta la raíz del diente y con ella el profesional podrá observar la totalidad de la pieza dental, con ellas se pueden:
- Detectar problemas en los extremos de un diente o muela.
- Diagnosticar los daños sufridos en una pieza dental o en el hueso alveolar después de un golpe.
- Valorar el estado de la raíz del diente que se vaya a extraer.
- Examinar el interior de una muela mientras se practica una endodoncia.
- Comprobar cómo está la muela antes y después de una operación en la misma.
- Evaluar si existe algún quiste en los extremos del diente.
- Analizar el estado de un implante durante el postoperatorio.
- Ortopantomografía: Este tipo de radiografía es lo que podemos entender como general, pues muestra la boca del paciente completamente y se utiliza para tener una idea del estado global de la mandíbula, el maxilar y de los dientes, detectando posibles estructuras ocultas, estas ayudan a:
- Ver cómo están colocados los dientes antes de realizar alguna extracción dental.
- Examinar la situación de las piezas dentales para colocar aparatos dentales con brackets u otro tipo de ortodoncias.
- Evaluar el estado de la boca antes de llevar a cabo un tratamiento de implantología.
- Analizar qué tipo de dientes o dentadura postiza se puede colocar al paciente.
- Palatales u oclusivas: Con esta radiografía se capturan todos los dientes superiores e inferiores juntos en una sola toma, en ellas se pueden observar:
- Problemas de mordida u oclusión.
- Dientes supra numéricos que se quedan ocultos empujando la encía (esta anomalía consiste en tener algunos dientes de más).
- Si hay alguna ruptura del hueso que contiene las raíces de los dientes (hueso alveolar).
- Existencia de quistes o tumores.
- Radiografía dental Lateral: Es una radiografía menos utilizada cuya función es evaluar la relación entre las mandíbulas y el cráneo, al igual que las posibles desviaciones de la mordida. Esta radiografía es muy útil para los ortodoncistas.
Radiología dental digital
La radiología odontológica también se mantiene en constante crecimiento. En la actualidad existen muchos equipos computarizados que muestran la imagen de forma inmediata y que le permiten al profesional obtener respuestas al momento, sin tener que esperar demasiado tiempo.
Existen dos métodos para obtener una imagen radiográfica digital: la imagen radiográfica digitalizada y la imagen radiográfica digital, suenan muy similares, pero en la práctica no lo son. La diferencia entre ambas consiste en que la imagen digitalizada se obtiene mediante el escaneo o la captura fotográfica de la imagen de una placa radiográfica tradicional, convirtiendo de esta manera una imagen analógica en una imagen digital; mientras que la radiografía digital se obtiene mediante la captura digital directa de la imagen para convertir los rayos-x directamente a señales electrónicas. Como no se usa luz en la conversión, el perfil de la señal y resolución son altamente precisas emitiendo una calidad de imagen excelente.
La radiografía digital directa a diferencia de la radiografía digitalizada, utiliza sensores electrónicos sensibles a los rayos-x que son colocados de manera similar a la película o placa común. El sensor electrónico va conectado a una computadora, creando una imagen radiológica que será visualizada inmediatamente en el monitor.
Los beneficios de la radiografía digital son múltiples, algunos de ellos son:
- Menor dosis de radiaciones para el paciente y el operador
- Menor cantidad de material contaminante (Plomo, Químicos de revelador y fijador)
- Ahorro de placas radiográficas y rollos fotográficos.
- Ahorro en la compra de reveladores y fijadores
- Ahorro en la compra y mantenimiento de procesadoras de placas y equipos de revelado.
- Disminución del espacio para guardar las imágenes
- Facilita la creación de archivos digitales
- Menor necesidad de espacio e instalación
- Diagnóstico y envío de resultados
Riesgos de las radiografías dentales
Si bien las radiografías son necesarias para identificar los focos de problema, estas no dejan de ser radiación y es fundamental conocer cuales son los riesgos y las maneras de minimizarlos. Entendiendo que las radiografías dentales implican radiación, los niveles a los que los pacientes son expuestos terminan siendo tan bajos, que se consideran seguros tanto para niños como para adultos.
En el caso concreto de las radiografías dentales, al estar localizadas, el paciente recibe menos radiación que en las radiografías generales gracias a los elementos de protección. Otro punto importante en este particular es que actualmente es más habitual usar radiografías digitales (de las que hablamos en el apartado anterior) en lugar de radiografías convencionales reveladas en placas, siendo los riesgos de exposición a la radiación aún más bajos.
Además, se coloca un delantal de plomo sobre el pecho, abdomen y región pélvica para evitar cualquier exposición innecesaria a la radiación en los órganos vitales; o también se puede usar un collarín plomado para proteger la tiroides.
Embarazo y radiología
Un punto de suma importancia y que debe tomarse en cuenta es que el embarazo es una excepción a la regla. Las mujeres que están embarazadas o creen que pueden estarlo deben evitar todo tipo de radiografías ya que la radiación no se considera segura para los fetos en desarrollo.
Por lo general no se recomienda hacer ningún tipo de radiografía en mujeres embarazadas o con sospecha de estarlo, por lo que es fundamental que se les notifique a los especialistas si este es el caso para que se tomen las medidas necesarias o se puedan solicitar otro tipo de estudios. Las radiografías en mujeres gestantes se hacen únicamente cuando es estrictamente necesario y se toman medidas de protección aún más severas.
Todos estamos familiarizados con las radiografías, ya sean tradicionales o digitales en diferentes partes del cuerpo, la particularidad de la radiología en la odontología es que motivado al rechazo y miedo que tiene una gran parte de la población al dentista, los pacientes suelen estar poco dispuestos a realizarse este tipo de estudios, sin embargo, esperamos que al explicar todo lo que tiene que ver con ella, la preocupación disminuya y que en caso de necesitarla, se la realicen con más tranquilidad; a fin de cuentas, esta solo servirá para ayudarlo a mejorar su salud bucodental.