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Todo lo que se debe saber sobre la sedación consciente en niños y adolescentes para la atención odontológica

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La odontología es una de las especialidades dentro del área de la salud que producen más ansiedad a nivel general, lo que significa que tanto los profesionales, como los pacientes tienen que hacer un trabajo para poder controlar los nervios y la inquietud durante un procedimiento odontológico.

En la niñez y la adolescencia, el cuerpo va desarrollándose y eso implica cambios en muchos niveles, no solo físicos, sino internos y hormonales; la cavidad bucal también se ve afectada por los cambios y el crecimiento de la persona, por lo que atenderla es fundamental para evitar males mayores a largo plazo.

Un desarrollo dentario óptimo depende de múltiples factores como lo son el cuidado bucal y de salud integral de la madre durante el embarazo, la alimentación que se le da al menor, así como la manera en la que los dientes se cuidan desde la aparición del primero; partiendo de allí y a medida que el crecimiento se va dando, es importante mantener la atención puesta en cómo se van desarrollando los cambios a nivel bucal.

La atención bucodental desde la infancia es fundamental para tener un desarrollo óptimo en el área, las visitas de control al dentista son la mejor opción para que el profesional pueda observar si los dientes están ubicándose en sus lugares correspondientes y si las fases dentarias se están cumpliendo de la forma correcta, para que en caso de que no sea así, pueda idearse un plan de acción preventivo y correctivo sin necesidad de esperar a la edad adulta.

Sin embargo, la atención odontológica por su naturaleza propia, es complicada porque tratar la cavidad bucal requiere de mucho cuidado, tiempo y delicadeza, además del uso de instrumentos que a priori generan bastante incomodidad. Justo por esto, tratar a niños y adolescentes se convierte en una tarea difícil que requiere que el profesional tenga un abanico de opciones para lograr que sus pacientes puedan estar tranquilos durante la consulta.

En casos complejos y en los que no se logre trabajar sin medicación, la sedación consciente es una herramienta que se puede utilizar para que la atención odontológica se pueda dar, sin generar demasiada ansiedad por parte de los menores, por eso es fundamental que como adultos tengamos toda la información posible para que las visitas al dentista y los procedimientos no generen ansiedad, miedo y preocupación.

¿Qué es la sedación consciente?

El término propio nos da una idea de lo que es pues se trata de un método en el que se busca relajar lo más posible al paciente para que este pueda ser atendido por el odontólogo y que la experiencia sea la mejor posible. Según los especialistas de la clínica dental Smile Me, la finalidad es disminuir el miedo al dentista y de evitar sensaciones traumáticas que lo acompañen el resto de su vida.

Lo más importante de la sedación consciente es permitirle a los niños o adolescentes la sensación de tranquilidad necesaria para dejar que se realice el procedimiento odontológico de una manera en la que ellos se sientan cómodos pero que facilite el trabajo del dentista, lo que asegura a largo plazo un buen resultado.

Así mismo, para aplicar este procedimiento, es necesario contar con una formación y un equipo adecuado, lo que garantiza que los menores estarán bajo la supervisión del especialista.

¿Cuándo se debe usar la sedación consciente?

 Como mencionamos antes, es muy importante que como adultos sepamos cuales son las opciones que existen para la atención de niños y adolescentes a nivel odontológico, sin embargo, es necesario que sepamos en qué casos o cuando la sedación consciente es la primera opción, algunos de ellos son:

  • Cuando el menor es muy pequeño y aún no puede mantenerse tranquilo por su propia voluntad o cuando se trata de un adolescente que padece de trastornos como la ansiedad.
  • Cuando se necesita realizar un tratamiento complejo que requerirá que el menor esté mucho tiempo en la silla odontológica. Si este es el caso, la sedación es la mejor manera de afrontar la intervención, pues le permitirá al profesional trabajar sin la presión de intentar mantener en el sitio al paciente. Y es que por lo general la sedación consciente puede duran hasta tres horas de ser necesario, dándole la libertad de tiempo para que se pueda realizar el tratamiento de la forma indicada.
  • Cuando se trata de varios procedimientos que deben condensarse en una sola sesión por cuestiones de tiempo o de emergencias. Los accidentes se dan en los momentos que menos se esperan, por ello en caso de que ocurran y que se necesite de atención odontológica inmediata o cuando se tiene un viaje programado o horarios muy complicados que no permiten que la atención pueda darse en varias sesiones.
  • Cuando se quiere una recuperación más rápida y cómoda para los menores. En este caso, es importante considerar que los procedimientos odontológicos requieren de mucho cuidado por parte del profesional, y que el trabajo se complica y se alarga si el paciente no se mantiene en el sitio la cantidad de tiempo necesaria. Esto porque el movimiento constante del menor puede ocasionar que el profesional maltrate la cavidad bucal durante el trabajo. La sedación consciente es una buena opción para evitar que la zona se vea maltratada, además, la sedación también reduce las hormonas de estrés que pueden causar infección, lo que acelera la recuperación.
  • Cuando se busca que los menores tengan una buena salud bucal y que confíen en los dentistas; para nadie es un secreto que el miedo a los dentistas es algo que sufren muchas personas, pero si la experiencia es buena el miedo disminuye y las visitas serán más gratas y cómodas, lo que a largo plazo significa mejor salud bucodental.

Tipos de sedación consciente

 Para la sedación consciente se utilizan dos tipos según las necesidades del paciente, estos son:

  • Sedación consciente intravenosa: Se le administra un medicamento sedante diluido en suero, lo que permite poder administrar lentamente la solución por medio de un gotero, de esta manera se dosifica correctamente y no supone ninguna molestia para los niños.
  • Sedación consciente por inhalación con óxido nitroso: Este gas, conocido popularmente como “el gas de la risa”, relaja a los pequeños pacientes que vienen al dentista con un estado de moderada ansiedad, lo que les ayuda a perder la sensación de miedo al dolor. El paciente puede ver y oír, y es capaz de escuchar y responder a todo lo que el dentista le indique.

¿Existen complicaciones?

La sedación consciente es un procedimiento que tiene riesgos muy controlados, pues los profesionales deben contar con todo lo necesario para responder rápidamente ante cualquier eventualidad. Dentro de las complicaciones que se han reportado (que son muy poco frecuentes), se encuentran la depresión respiratoria y las reacciones alérgicas.

En el primer caso se monitorea en forma permanente la cantidad de oxígeno en la sangre y se administran dosis diluidas y muy fraccionadas del medicamento, en el caso de la reacción alérgica se administra en forma rutinaria un medicamento antialérgico (clorprimetón) que además ayuda con el efecto sedante.

¿Cuáles son las recomendaciones previas a una sedación consciente?

Por línea general el odontólogo le dará a los padres o representantes una guía sobre lo que debe hacer antes de realizar la sedación, sin embargo, se recomienda que previamente el menor sea visto por su pediatra y que este se asegure de que no existe ninguna patología, ya que por ejemplo, la gripe o fiebre son causales para que se retrase el procedimiento.

Otra recomendación importante es que la sedación consciente se programe para horas de la mañana, pues los menores deben tener por lo menos 4 horas de ayuno de sólidos y líquidos.

¿Cómo es el despertar luego de una sedación consciente?

El despertar dependerá del paciente, ya que se puede observar un despertar inicial intranquilo que dura los primeros 30 a 45 minutos luego de finalizado el procedimiento, tiempo en el cual el niño no tiene recuerdos; el efecto del medicamento puede permanecer hasta seis horas desde que se termina el procedimiento.

En lo que se refiere a reflejos y actitud se aprecia un niño más enlentecido por lo que se aconseja su vigilancia cercana durante un período de 24 horas, y en caso de que aparezcan síntomas adversos, es importante comunicarse con los especialista.

La sedación consciente es una buena opción para hacer de las visitas al dentista unas menos angustiantes para los niños pues una buena experiencia con los odontólogos, lo ayudará a lo largo de su vida a mantener una salud bucodental óptima. Pero, para que esto pueda lograrse, se necesita de un trabajo mancomunado entre padres y profesionales odontológicos que busquen las herramientas para ofrecer el mejor servicio y la mejor atención posible a los menores.

Lo importante, como hemos mencionado varias veces, es lograr que el paciente se sienta cómodo durante la visita, que los miedos y los nervios disminuyen todo lo que se pueda y que de esta manera, el trabajo del odontólogo pueda tener los mejores resultados para el paciente.

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